| Por: Ana Sofía Pinzón Martínez / María Fernanda Hernández Soto / Yeimy Daniela Bobadilla Moreno / Juan David Urbina |
El comité ambiental en defensa de la vida y el territorio es una organización socio-política que tuvo sus orígenes en la ciudad de Ibagué, Tolima. Un grupo de visionarios, conscientes de que las medidas ambientales en el territorio no eran las más idóneas, decidieron unirse para crear lo que hoy en día se conoce como el Comité Ambiental. Durante la investigación sobre el tema, me encontré con Renzo Garcia, cofundador del Comité Ambiental del Tolima. Con entusiasmo, iniciamos una charla amena en la que nos dio a conocer aspectos claves acerca del comité.
Renzo sonríe al rememorar los inicios del compromiso que lo llevó a formar parte de esta importante organización. Se sumerge en la historia de "La Red Ambiental y Cultural La Reversa", un proyecto vinculado a la Universidad del Tolima que defendía el territorio contra el proyecto minero "La Coloza". Renzo destacó cómo la unión de la comunidad estudiantil, puede realizar actos efectivos en contra de las injusticias sociales y ambientales. Después de observar que la lucha estaba limitada a un sector específico, tomaron la decisión de cambiar el nombre y así nació el "Comité en defensa de la vida".
Este cambio tenía como objetivo involucrar a diversos actores, incluso empresarios, en la lucha por la protección del agua, la vida y el territorio. En esta interesante historia se resalta la importancia del recorrido del Comité Ambiental. Renzo en la entrevista reflexiona sobre su evolución en el comité, originario de la Universidad del Tolima como biólogo, se incorporó al proceso desde una perspectiva a la proyección social. A través de eventos como "Eco Vida", donde se abordaban temas como la defensa de los derechos campesinos y la recuperación de saberes y semillas, entraron en contacto con campesinos de Cajamarca. Así nació un movimiento socio-ambiental para defender la cultura campesina, la vocación agropecuaria del territorio y los derechos colectivos del ambiente.
Renzo expone que el Comité Ambiental es un movimiento socio-ambiental cuyo propósito es defender el agua, la vida y el territorio, principalmente contra proyectos extractivistas. Se centran en la oposición a la mega minería y la extracción petrolera, aunque también abordan proyectos hidroeléctricos y agro-negocios. Aunque su equipo es principalmente voluntario, buscan ser un movimiento social y político, participando activamente en decisiones gubernamentales para lograr cambios reales.
Dada la impresionante labor del comité y su desarrollo, especialmente con Renzo como candidato a la alcaldía de Ibagué en las elecciones pasadas, surge la pregunta de si el comité es un escenario de plataforma política o de movimiento social. Renzo destaca la importancia de integrar ambos aspectos, considerando que el Comité Ambiental debe ser tanto un movimiento social como político. Explicó que es necesario ir más allá de las marchas y movilizaciones, involucrándose en la toma de decisiones y disputando el poder institucional.
Renzo comparte su experiencia como diputado y candidato a la alcaldía, resaltando la importancia de tener representantes comprometidos con el bienestar de la ciudadanía y la defensa de los derechos fundamentales. Por otro lado, recordamos las marchas carnavales que se viven a mitad de año y su relación con el comité ambiental. Renzo describe la Marcha Carnaval como un escenario de movilización que utiliza la estética, el arte y la alegría para confrontar el discurso del saqueo, el despojo y la violencia. Destacó que el Comité Ambiental es el encargado de convocar a este evento, convirtiéndose en un patrimonio simbólico y cultural de la sociedad ibaguereña y del Tolima, defendiendo el derecho colectivo al ambiente sano y la naturaleza.
En medio de toda la alegría que nos inspira la marcha carnaval y sus inicios en la universidad, se hizo casi inevitable preguntar si actualmente el comité ambiental tiene alguna contribución dentro de la misma. Renzo reconoce y recuerda con nostalgia el vínculo histórico con la Universidad del Tolima. Aunque actualmente no tienen contribuciones directas, han mantenido la conexión, ofreciendo diplomados de formación ambiental en colaboración con la universidad.
Conociendo ya de antemano que su enfoque es el ambiente, Renzo tristemente enumera diversas problemáticas, como el deficiente manejo de residuos sólidos urbanos, la contaminación de fuentes hídricas y la construcción en territorios con fuentes hídricas. También menciona la falta de plantas de tratamiento de aguas residuales y la necesidad de abordar el cambio climático y la crisis ambiental. Finalizando nuestro pequeño encuentro, pero bastante enriquecedor de conocimientos, Renzo entusiasmado nos comparte un consejo en el que destaca la importancia de que el conocimiento conduzca a prácticas sociales que construyan escenarios de libertad, justicia y dignidad. Llama a comprender y cambiar las inequidades en las relaciones productivas y a utilizar el conocimiento para generar cambios en los contextos socioeconómicos, culturales y ambientales. Concluye así la conversación, dejando tras de sí una profunda reflexión sobre la necesidad de proteger el ambiente y construir un futuro sostenible.
En otro rincón de la ciudad, tuvimos el placer de entrevistar a Paula Piña, una comunicadora social comprometida que forma parte del Comité Ambiental. Paula compartió su experiencia y perspectiva sobre la importancia de la comunicación en la lucha por la defensa del medio ambiente. Paula rememora sus primeros pasos en el comité, revelando que su interés por el ámbito ambiental la llevó a inscribirse en los Diplomados de Formación Ambiental Ciudadana que el Comité ofrecía. La gratuidad de estos espacios y la oportunidad de ampliar su perspectiva sobre el territorio y sus conflictos la motivaron a formar parte activa de la organización.
Paula explica que, además de su formación técnica en Control Ambiental en el Sena, el Comité le proporcionó una visión crítica y comunitaria sobre los conflictos territoriales. La oportunidad de participar en consultas populares, como la de Piedras-Tolima, la convenció de que cualquier persona, independientemente de su formación, podía aportar al movimiento. Siendo este un camino muy interesante, con una sonrisa, Paula nos comparte que su experiencia en el comité va más allá de simples tareas.
Desde ser estudiante en los Diplomados, ahora coordina los espacios de formación, ejemplificando cómo estos espacios no solo son oportunidades de aprendizaje sino también plataformas para escalar y contribuir significativamente. Actualmente, Paula describe su papel crucial en las comunicaciones del comité. Encargada de las redes sociales, documentación de eventos y generación de contenido fotográfico y audiovisual, desafía la narrativa tradicional de los medios para ejercer una comunicación alternativa, transformadora y comunitaria.
Fascinados por sus inicios y ahora su rol dentro del comité, vemos que la comunicación con los medios es de suma importancia, ya que desde el comité se desea comunicar desde una perspectiva crítica y alejada del sensacionalismo. Menciona la necesidad de construir una narrativa diferente a la que presentan los medios tradicionales, enfocándose en la comunidad y generando conciencia sobre los problemas ambientales. La tarde concluye con estas valiosas perspectivas de Paula Piña, una comunicadora social comprometida con la causa ambiental. Sus palabras resaltan la importancia de la comunicación en la construcción de una conciencia colectiva y la defensa del medio ambiente.
Podemos observar que en los procesos de lucha contra los proyectos mineros se llevaron a cabo acciones concretas, ya que las comunidades en las que desean realizar dichas acciones son comunidades con infraestructuras inadecuadas, carentes de calles buenas y de escuelas. Esto debería formar un eco en nuestra conciencia, ya que es deber del Estado brindarles a estas comunidades condiciones dignas donde estudiar y vivir. Tuvimos la suerte de encontrarnos con Sancho, uno de los cofundadores del comité, y como él mismo nos decía, fruto del acompañamiento a la Vereda El Águila en la apertura de una carretera y la pintura de la escuela prometida por la multinacional para que así la comunidad no estuviese obligada a dar sus tierras por dignidad humana.
Es de notar conexión del comité dentro de la universidad, lo cual nos pone en el papel de querer fomentar una cultura más ambiental. Dado que ya hay un comité ambiental reconocido no solo a nivel municipal, sino, como comparte Yanet Vargas, también a nivel departamental, nacional e internacional, podemos así desde la universidad ingresar y participar en los espacios del comité y así afianzar la relación del comité con la universidad. Como dice Sancho, en cuanto al rol de la universidad, el Comité Ambiental surgió inicialmente en la Universidad del Tolima, pero su presencia se vio afectada por cambios en la administración y la pandemia. A pesar de ello, hay esfuerzos para recuperar la incidencia en dinámicas internas de la universidad y fortalecer el movimiento estudiantil.
Actualmente, el Comité Ambiental no solo es un movimiento social sino también político, participando en distintos escenarios, como elecciones y campañas presidenciales. Además, busca contribuir a la conciencia ambiental de la sociedad mediante la formación y la promoción de prácticas sostenibles.
Finalmente, se hace un llamado a la sociedad ibaguereña para asumir la responsabilidad colectiva en la lucha contra la contaminación del territorio. Se destaca la importancia de las "revoluciones desde abajo", donde cada individuo contribuye con pequeñas acciones que, en conjunto, pueden generar un impacto significativo en la preservación del medio ambiente. Debido a que, el comité ambiental ha buscado unir a la sociedad no solo ibaguereña sino a nivel nacional e internacional por un mismo objetivo en común, el cuidado de nuestros recursos, se considera que fue un trabajo muy importante para nosotros como estudiantes y para las personas que lean este documento por la gran disposición de conocimientos por parte de los entrevistados.
* Trabajo final del curso Introducción a las Ciencias Sociales. Estudiantes de Licenciatura en Ciencias Sociales de la Universidad del Tolima.
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