El Nuevo Movimiento Cultural del 4 de mayo chino: Apertura y modernidad con la revalorización de lo vernáculo

Las obras universales como el quijote o cien años de soledad, son aquellas que se afincan en lo local, pero sin un pensamiento provincial que nos impida tener conciencia de que por lejana y desconocida que sea la esquina que habitamos, la misma hace parte de un mundo que tiene conciencia sobre nosotros.

 

| Por John Maximino Muñoz Telles[1]* |

 

La primera guerra del opio empezó en 1839 cuando el imperio británico envió el buque HMS Volage a China para revertir la decisión del imperio chino de confiscar el opio introducido de contrabando en su territorio por los comerciantes británicos. Los historiadores chinos consideran que la modernidad en China inicio en 1840 con el bloqueo británico del estuario de Cantón durante el segundo año de la primera guerra del opio. Aunque la guerra duro dos años más, de facto desde el momento del bloqueo, China perdió el control del comercio con los occidentales quedando este a cargo de los británicos. En 1841, en desarrollo de la guerra los británicos ocuparon la isla de Hong Kong, la cual quedó reducida a una dependencia colonial hasta 1997, excepto por el breve periodo de ocupación japonesa entre 1941 y 1945 durante la segunda guerra mundial. La primera guerra del opio terminó con el tratado de Nanking en 1842 mediante el cual los británicos obtuvieron la apertura de los puertos de Shanghái, Guangzhou, Fuzhou, Xiamen y Ningbo.

 

A partir de 1843 Shanghái pasó a ser una sociedad con gran influencia occidental y fue sometida a un acelerado proceso de desarrollo urbano por los extranjeros que se establecieron allí. El inicio del siglo XX marco el declive del sistema imperial y en 1912 después de un breve periodo de monarquía constitucional tuvo lugar la caída de la dinastía Qing, lo que creo el ambiente propicio para diversos cambios en China con el advenimiento de la república.

 

En este contexto surgió en Shanghái un movimiento cultural cuya primera manifestación fue la publicación de la Revista Juventud, antes de la cual existían títulos similares en la ciudad, por lo que poco después de su lanzamiento la revista cambio su nombre a Nueva Juventud para diferenciarse claramente de sus competidores y anunciar su ambición de revolucionar el futuro de China influenciando a una nueva generación de chinos.

 

El Movimiento cultural, eminentemente moderno, tuvo como premisas que la literatura vernácula debe ser recibida como una forma de liberación; la literatura debe ser independiente y no esclava, progresista y no conservadora, encontrarse en el primer plano y no a la saga, ser internacional y no aislacionista, ser practica y no retórica, y ser científica y no supersticiosa.

 

En mayo 15 de 1918, la Revista Nueva Juventud publicó “El diario del loco” que fue el primer y más influyente trabajo moderno escrito en Chino vernácular en la era republicana y devino la piedra angular del nuevo movimiento cultural. Fue escrito por Zhou Shuren, bajo el seudónimo Lu Xun, quien hasta hoy es reconocido como el padre la literatura moderna china. También fue reconocido como el mayor pensador del movimiento.

 

El diario del loco, está estructurado con las anotaciones diarias de un hombre que sufre paranoia. El prefacio a la historia está escrita en “chino clásico”, por un supuesto buen amigo del autor quien cree que la publicación del diario ayudara a los médicos a entender la enfermedad mental mejor. El loco, quien escribe el diario, estaba entrenado en las enseñanzas tradicionales de Confucio, en cuyos libros empezó a ver que la orden de comer personas se hallaba presente entre en líneas, en los textos clásicos. Desde ese momento el loco vio a las personas de su villa como antropófagos que albergaban pensamientos caníbales.

 

La historia finaliza con la famosa línea:

 

“¿Habrá acaso niños que no hayan comido hombre? Hay que salvar a los niños…”

 

El advenimiento de la república después de la crisis de la familia imperial provocada en parte por la creciente influencia del imperialismo occidental que había logrado humillar a China, fue la fuente de la cual empezaron a abrevar los teóricos del Movimiento cultural, quienes contaban con una mayor conciencia cosmopolita que les indicó con claridad cuál debería ser el lugar de la China a futuro: De una parte, China devino consciente del mundo y su importancia a raíz de la guerras del opio y de las imposiciones británicas, de otra China entendió que su papel histórico no era de subordinado de occidente y que tenía una gran cultura para recuperar, y que debía hacerlo de manera crítica.

 

Finalmente, esta concientización cultural se materializo pragmáticamente el 4 de mayo de 1919 a través de las protestas estudiantiles en Beijing contra la decisión del gobierno chino de permitir a Japón mantener privilegios comerciales sobre Shandong, que antes habían sido concedidos a Alemania. La concesión de dichos privilegios a Japón fue consecuencia directa del Tratado de Versalles que puso fin a la primera guerra mundial, ello no obstante que China era aliado de los vencedores. Las protestas consiguieron que la delegación China no firmará el tratado de Versalles. En 1922 China llegó a un acuerdo con Japón para la devolución de la Península.

 

El movimiento del 4 de mayo demostró que la actitud caníbal de China y los chinos, debería llegar a su fin, para que el pensamiento individualista occidental no se impusiera y primara la visión colectiva que hizo grande a la China como imperio por milenios y que había sido puesta en crisis por la ocupación británica de Hong Kong y el control occidental de sus principales puertos. El papel preponderante de China en el mundo, la eliminación del “canibalismo” y por ende de la visión premoderna del mundo, le llevaría décadas a China desarrollarla, le costaría cientos de miles de vida pérdidas durante la invasión japonesa en la segunda guerra mundial, y solo podría consolidarse con la llegada de Mao y el partido comunista al poder en 1949.

 

La visión colectiva traería sus propios problemas y dejaría, especialmente durante la gran hambruna alrededor de 30 millones de muertos (para algunos muchos menos, para otros muchos más). Sin embargo y parodiando a Deng Xiaoping, nadie duda que desde ese momento ese gran gato rojo que es China ha sido muy bueno para cazar ratones y al menos un poco de ello se debe al Movimiento cultural del 4 de mayo.

 

Al final de estas líneas es bueno preguntarse, ¿Cuándo terminaremos los colombianos con nuestro canibalismo? ¿Cuándo nos avergonzaremos de comer carne humana? ¿Cuándo nos quitaremos de encima el lastre que es occidente?:

 

“¿Habrá acaso niños que no hayan comido hombre? Hay que salvar a los niños…”

 

 

* El autor es Abogado de la Universidad Nacional de Colombia, Especialista en Desarrollo Humano y Candidato a Magister en Desarrollo Humano de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. FLACSO-Argentina y Member of HDCA-Human Development and Capability Association.

 

Imagen de referencia: https://www.futurelearn.com/ El diario de un loco está disponible en pdf en el siguiente enlace: https://ddooss.org/libros/Xun_Lu_El_diario_de_un_loco.pdf

 

 



[1] Mi texto está inspirado y en parte basado en la conferencia The May Fourth New Cultural Movement and Lu Xun´s ‘A Madman’s Dairy del profesor Sam Yin dentro del curso Many Faces: Understanding the Complexities of Chinese Culture University of ExeterDisponible de manera gratuita en ingles en https://www.futurelearn.com/courses/chinese-culture . En menor medida me baso también en apartes de la conferencia: Concessions and rise of modern popular culture in the 19th century Shanghai, también dictada por el profesor Sam Yin, dentro del referido curso.

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