Los trabajadores y las transformaciones que el país necesita



Saludamos a los trabajadores de Colombia y del mundo, en el día internacional de la clase trabajadora, quienes   padecen las consecuencias de una de las mayores crisis económicas   en  la  historia  del  capitalismo, tanto en el centro (Estados Unidos de Norteamérica y Europa) como en la periferia. En este día saludamos las resistencias de los pueblos del Medio Oriente en particular al sirio, que se opone a una dictadura que ya lleva décadas, apoyada militarmente por gobiernos imperialistas. Igualmente saludamos a los pueblos latinoamericanos, a nuestros hermanos ecuatorianos que atraviesan un difícil momento a  causa  del  reciente  terremoto  ocurrido   en  el   litoral pacífico,  al igual  que   a  los  pueblos   de Venezuela y Brasil, que  sufren las agresiones de la diplomacia  imperial  norteamericana.

En Colombia la crisis continúa afectando a los más pobres y desvalidos, a los trabajadores cada vez más informalizados, a las poblaciones desplazadas por el paramilitarismo, a los campesinos, a los desempleados, los indígenas y los afros descendientes; igualmente a las madres cabezas de familia, los jóvenes, las mujeres y la clase media. Es una crisis que la paga el pueblo colombiano con el recorte de sus derechos; El derecho al trabajo y las conquistas laborales, el derecho a la salud y a la educación, la destrucción de los territorios y  el medio ambiente por parte de las empresas   extractivitas y el despojo de los dineros públicos por parte de las clientelas políticas corruptas .

El Presidente Santos continua desarrollando la guerra económica, social, política y militar en contra de los derechos del pueblo, que ha venido implementando  desde  el  inicio de su mandato. Sin  embargo, al  mismo  tiempo, presenta su propuesta de paz como una supuesta reconciliación entre las clases sociales, entre ricos y pobres, intentado legitimar el plan de  ajuste que ha diseñado con las Instituciones financieras  Internacionales (FMI y OCDE), para aplicar en los  próximos meses. Este plan de ajuste incluye una  reforma tributaria regresiva que aumentará los impuestos indirectos (IVAs), una reforma pensional  exigida por  los Fondos  Privados  de  Pensiones   que  incrementará  la  edad  y  las  semanas  de  cotización  para adquirir el derecho a la  pensión, despidos masivos particularmente el sector petrolero, incremento de las privatizaciones y profundización del  extractivismo. 

Igualmente concibe la paz como la remoción de los obstáculos que dificultan “la tranquila explotación capitalista,” en beneficio de la inversión del gran  capital.  

Esta maniobra del gobierno, ha sido  acompañada con   la recomposición del gabinete ministerial, el cual ha  sido presentado como un gabinete para la paz y el  “post conflicto”, integrado por la mayoría de los partidos  políticos incluyendo a la Presidente del Polo  Democrático Alternativo, Clara López Obregón, quien ha  aceptado el Ministerio del Trabajo. La  justificación  para  aceptar  este  cargo  ministerial que comparte una  franja de los miembros de direccion del PDA, es la de colocar el “bien supremo de la paz,” por encima de cualquier otra consideración política, con el mismo  argumento, estos sectores avalaron y apoyaron la  reelección  de Santos. Estamos en desacuerdo con esta  decisión, Ingresar al gabinete ministerial del actual gobierno no tan solo  legitima la implementación del plan de ajuste   gubernamental   sino  que  al  mismo  tiempo genera  falsas  expectativas  en una  política  de  conciliación  de  clases  y   divide  a  la  izquierda y al movimiento popular en el  desarrollo de  las  resistencias en contra  de  este  plan de austeridad

En la negociación política que ha  comenzado  el ELN,  tendrá el desafío de enfrentarse a un modelo de negociación en donde, el gobierno ha sido enfático en que no  discutirá el modelo económico  como  tampoco  el sistema político, y en el que se ha planteado un esquema de justicia transicional  en donde el delito político y la responsabilidad de los miembros de la fuerza pública por delitos cometidos fuera de combate, son definidos bajo el mismo parámetro normativo.  

Estamos  de  acuerdo  con la negociación política  del conflicto armado y con la culminación  exitosa  de  este  proceso. Por ello, denunciamos el oportunismo del Centro Democrático liderado  por  Álvaro Uribe  Vélez   que se opone a esta negociación intentando eximirse de la responsabilidad por los crímenes, las  persecuciones y la violación sistemática de los  derechos  humanos  que  el país presencio durante    su  mandato. 

Pero el  apoyo a  esta negociación no  significa   que  le    demos un cheque en blanco, ni al gobierno ni a la guerrilla  frente  al  que hacer  en  el   futuro  inmediato  del  país. El  enfrentamiento a la profundización   del ajuste neoliberal y al régimen político  antidemocrático  que  representa el gobierno Santos  exige  la   construcción de una agenda político-social que     coloque  en  el  centro  del  debate  nacional  el  alcance limitado  de  la actual  democracia política y  social.  Una  agenda  que debe ir va más allá de lo pactado  en La  Habana y  de  lo  que  resulte  de  la  negociación   con  el ELN, una agenda que cuestione al actual “estatus quo” y que proponga transformaciones políticas y  sociales en la perspectiva de  una  sociedad  diferente  y  más justa.   

Esta agenda alternativa debe incluir propuestas de modificación del  sistema  político,  hacia  un   verdadero  ejercicio de la democracia.   Basado  en  el  concepto  de soberanía  popular  las  definiciones  políticas  deben  respetar el criterio de que el pueblo decida sobre sus   propios  asuntos y  que estas decisiones obliguen  a  los  gobernantes hasta el punto de que su incumplimiento  posibilite el que sean removidos,  superando  los  límites  de la  democracia  representativa y de la  democracia  participativa que consagró tan solo de manera    declarativa  la  Constitución  de 1991. 

Para que esta agenda pueda implementarse es  necesario construir una gran convergencia  que logre unificar a las organizaciones políticas y sociales con  demócratas de todas las vertientes, una gran  convergencia que incluya a todos aquellos que     estamos de acuerdo con  defender  los  derechos de  la  población y por ampliar la democracia política y   económica.

La convergencia debe construir un programa mínimo que contenga los temas prioritarios de la actual  coyuntura  política  y  exprese los consensos iniciales   de todos los que la  conforman, como por ejemplo, la  consolidación de la paz interna y el respeto a la naturaleza; la soberanía nacional; la defensa y ampliación de los derechos humanos y sociales y la integración latinoamericana. En  la  medida  en  que  los  consensos     en  el  interior   de     la    convergencia  se vayan  ampliando   la  agenda  alternativa incluirá  los   nuevos  temas  acordados.  

Esta convergencia  tendrá como finalidad   fortalecer  la  organización y la proyección política del pueblo colombiano en la perspectiva de que llegue al poder  político. Porque solamente consiguiendo un gobierno  de los trabajadores y los oprimidos podrá empezar a transformarse el actual estado de cosas, hacia una sociedad más justa. 


LA PAZ DE SANTOS, ES GUERRA SOCIAL CONTRA LOS DERECHOS DEL PUEBLO
PAZ SIN DERECHOS, NO ES PAZ
¡CONTRA LAS PRIVATIZACIONES………… UNIDAD, ORGANIZACIÓN Y LUCHA!!!
!!!QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS RICOS!!!
¡CONTRA EL MAL GOBIERNO DE SANTOS...… ¡PREPARAR, ORGANIZAR EL PARO CIVICO NACIONAL!!!


ASOQUIMBO
COLECTIVO ANTICAPITALISTA UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
MOVIMIENTO ECOSOCIALISTA DE COLOMBIA
MOVIMIENTO POR LA CONSTITUYENTE POPULAR (MCP)
RED DE LUCHA CONTRA EL HAMBRE Y LA POBREZA
SINALTRAINAL
UNIDAD PAZ Y DEMOCRACIA (UPD)
UNION PATRIOTICA BASES EN REBELIÓN

Publicar un comentario

0 Comentarios