El supremo sueño de Bolívar




|Por: Juan Joseph Malta Luna|

Los primeros dos intentos de crear una comunidad latinoamericana, el de Bolívar en el siglo XIX y el de Augusto Sandino en el siglo pasado, fueron obstruidos por intereses estadounidenses. En el siglo XXI se busca este objetivo por tercera vez

El nacimiento de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) en la Cumbre celebrada el 2 y 3 de diciembre de 2011 en Venezuela, trascendió con una total miseria del historicismo (y destacando trivialidades). Recurro al diario de Sandino y Froylán Turcios para explicar la idea primogénita de la Celac.

La gesta independentista de Latinoamérica se originó en Bolívar (y otros próceres suramericanos); luego la lucha post independentista pasó por Morazán; y Sandino fue el último estandarte unionista y antiimperialista. Bolívar: el gran proyecto era la Confederación de la América Española: Celac-1. La traducción filosófica -del mismo Bolívar- era que esto significaba el Equilibrio del Universo. Bolívar dijo un no al panamericanismo. La imposición de la Doctrina Monroe de 1823 fue la limitante para la Celac original. Morazán: pretendió una Federación de Repúblicas Centroamericanas. Los conservadores impusieron una Centroamérica -aparentemente- unida, pero no federal; o una Centroamérica dividida en provincias, y a cada provincia le corresponde su soberanía. Sandino: los ideales unionistas primarios son de Bolívar, pero fue Sandino el redactor del documento histórico Plan de Realización del Supremo Sueño de Bolívar, el 20 de marzo de 1929. Y propone la Conferencia de Pueblos Indo-latinos: Celac-2.

La Celac de 1929 se truncó por varias razones: continuación de la Doctrina Monroe; elección del traidor Moncada en Nicaragua; la ruptura entre Sandino y Froylán Turcios; el presidente Irigoyen de Argentina no promovió la Conferencia Indo-latina; Somoza asesina a Sandino.

Paso a explicar -a mi juicio- una de las razones trascendentales para la postergación del nacimiento de la Celac: La ruptura entre Sandino y Froylán Turcios. Turcios fue representante de Sandino. Para Sandino, Turcios era su maestro. El maestro Turcios dio rompimiento a la estrecha relación entre ambos, en carta remitida a Sandino el 22 de noviembre de 1928. Turcios lamenta la franqueza de contrariar a Sandino, en sus planes, criterios e ideología. Hace dos peticiones: Primera: "…la única probabilidad que veo de que se retiren los yanquis es que usted declare, en documento público, que yo haría imprimir aquí, que al salir el último de estos verdugos del territorio de Nicaragua, usted pondrá término a su campaña". Segunda: "…usted debe, a la mayor brevedad, lanzar un manifiesto (usted guardaría sus armas en Costa Rica para utilizarlas nuevamente si volvieran los bucaneros), declarando que depondrá las armas tan pronto como los yanquis salgan de Nicaragua; y que de un país vecino observaría el desarrollo de los acontecimientos nicaragüenses".

Creo que en el fondo no había tal diferencia ideológica. Sencillamente la mirada de Turcios era externa, y la de Sandino interiorizada en el corazón de Nicaragua. Sandino no podía hacer lo que Turcios pedía: significaba renunciar a la consigna "Patria y Libertad". La primera petición era sinónimo de rendirse. La segunda era sinónimo de autoexilio. Las razones de Turcios eran varias: a. La gesta de Sandino era pretexto para la intervención yanqui. b. Debe abandonarse la causa de Nicaragua y concentrar la lucha en el Plan de Humanidad y de Raza (no importa quien sea presidente en Nicaragua). c. Debe abandonarse la guerra civil interna y adoptar la guerra de independencia (no importa si dominan en Nicaragua los liberales o los conservadores). d. "Será factible un próximo porvenir en la elección presidencial de 1932". e. Lo que para Sandino era la rendición, para Turcios era un Manifiesto de Civismo y Libertad.

Sandino responde lo siguiente: a. La elección de Moncada (traidor del liberalismo y falso representante), el 04 noviembre de 1928, fue un fraude e imposición. b. Ante la aceptación de Moncada (pseudoliberal) de la intervención en Nicaragua, sumado a los tratados anteriores comprometidos por el Partido Conservador: "…la Soberanía de Nicaragua, sin nuestra actitud, se habría perdido…". c. Sobre la salida obligada del país: "El único que se beneficiaría con la salida de los piratas, quedando Moncada, sería personalmente yo, porque tendría oportunidad de salir del país con pretextos flojos, indignos de mi propia persona". d.- Y en el hecho de que no es el momento, radica la diferencia sustantiva entre Sandino y Turcios. En realidad, de la misma ideología, pero con un concepto diferente de civismo. Sandino lo arriesga todo y hace caso omiso al peligro visionado por Turcios diciendo: "Además, si no hay un medio de conseguir una libertad efectiva y si la vida solo me sirviera para ver la agonía de mis connacionales, ningún aliciente tendría esa vida para este amigo que no mide ni pesa las dificultades que ofrece la lucha; es decir, mi vida sería en ese caso un tormento para mí… horror… mil veces que se acabara… no quiero la vida así… y sería mejor, sería feliz con bajar con calma a mi sepulcro… mi querido maestro…"

La historia atestigua de la prudencia de Sandino; tanto, que las razones mismas de Turcios, aunque diferentes, todavía no las asimila como disidentes, y deja abierta la relación entre ambos, diciendo: "Queda, pues, mi querido maestro, un campo abierto para que usted continúe prestándonos su valiosa como insustituible cooperación…".

El diario de Sandino reporta la siguiente secuencia: La carta donde Turcios pide el Manifiesto Cívico o la retirada de Sandino. Sandino responde con un no razonado. Turcios escribe una segunda carta donde se dice enfermo y por tales razones viajará a Europa. Se hace referencia a una tercera carta donde Turcios renuncia a ser representante de Sandino. Sandino acepta la renuncia.

De ahí, los sucesos son públicos: Turcios viajó a Europa como ministro de Honduras ante el gobierno de Francia (no para tratar enfermedad alguna). Esto, para algunos fue una traición (el pago de la separación de Sandino). Para Sandino, una ruptura insustituible. Turcios nunca dijo nada en contra de Sandino. Por su lado, Sandino se resiste a creer en una traición, y aunque dice que la renuncia la acepta porque quiere para su causa exclusivamente elementos de mucha voluntad, solo lo juzga como un equivocado. Ni anterior ni posterior a este suceso se registran desavenencias entre Sandino y Turcios.

Fuera de la ruptura de estrategia y no exactamente política, Sandino exalta la honradez de Turcios, siendo garante de la misma. "Por Turcios ha pasado dinero, y toda clase de elementos y nada se ha guardado". La baja de Turcios se hizo sentir (su templanza y rol de conector internacional). Fue difícil encontrar un sustituto. La gesta de Sandino entró en silencio a nivel internacional. Sandino, por su propia cuenta, tuvo que salir de Nicaragua en la búsqueda de un nuevo representante general, y no siendo fácil encontrarlo… (nunca tuvo otro de la estatura de Turcios). Sin Turcios, el Plan Bolívar (de Sandino) no tuvo portavoz…

Aunque el heroísmo de Sandino y la pluma de Turcios eran lo mismo; hay una razón que este último no entendió: el rol de Nicaragua en la lucha libertaria de América. Para ello es necesario entender lo relativo al canal interoceánico de Nicaragua. El 20 de marzo de 1929, Sandino propone una Conferencia de Pueblos Indo-latinos, en carta dirigida al presidente Irigoyen de Argentina. En la conferencia y encuentros sucesivos se discutirían asuntos estratégicos para el continente americano. El primer tema propuesto es el canal de Nicaragua. La propuesta de Sandino era que el canal debía ser abierto, pero no en un acuerdo bilateral entre Nicaragua y Estados Unidos; sino en palabras de Sandino "entre las veintiuna repúblicas indo-hispanas y la amistad de nuestra América racial con los Estados Unidos de Norteamérica, sobre bases de equidad".

Sandino enfatizaba, que si el proyecto no lo tomaba la América en su conjunto, era preferible que la obra se retardara veinte o treinta años. También, decía que la conferencia podría dictaminar la construcción en concesión a Estados Unidos; y que su rol en la conferencia apenas se limitaría a lavar su propia responsabilidad, significando un voto en contra.

El mismo 20 de marzo de 1929, Sandino lanza el Plan de Realización del Supremo Sueño de Bolívar. Entre otras cosas, Sandino propone la ciudadanía y nacionalidad latinoamericana. También, la geopolítica: citaba como punto estratégico al Golfo de Fonseca y la Ruta del Canal Interoceánico a través de Nicaragua. Para Sandino, estos lugares en un día no remoto llegarían a constituirse tanto en el imán como la llave del mundo (son patrimonio latinoamericano).

Siendo la Conferencia la proclama para Nicaragua, y el Plan Bolívar la proclama para América; Sandino cierra el ciclo con la Proclama de la Unión Centroamericana. Inicia diciendo que desde 1821 a 1933 solamente ha existido un hombre en Centroamérica, Francisco Morazán, y, los demás resultaron cero. Sandino propone el siguiente modelo de Federación Centroamericana: la capital de Centroamérica se establecerá en el valle de la Villa de San Antonio, jurisdicción de Comayagua, en el corazón de Centroamérica. A Honduras le asigna el Ministerio de Fomento, diagnosticando una debilidad de infraestructura productiva. En Guatemala quedaría el Ministerio de Educación, siendo que registraba la mayor población analfabeta. El Salvador sería el Ministerio de Defensa, reconociendo en ellos al mejor soldado de la región. A Costa Rica, la analiza sin conflictos, finanzas sanas, y capaz; y asigna el Ministerio de Finanzas. Y Nicaragua es el Ministerio de Relaciones Exteriores: por la internacionalización de su poesía (Darío y otros), cordialidad de su gente, y los aprendizajes en conflictos internacionales como país invadido.

Todo esto, no sucedió: Irigoyen no respondió, Turcios ya no estaba al lado de Sandino, y Somoza asesinó vilmente a Sandino en medio de conversaciones de paz. El Plan Bolívar escrito por Sandino pasó a la inquisición política; y se conoce públicamente hasta en 1979 en la revista Alero, Guatemala (50 años después de su redacción).

En diciembre de 2011 nace la Celac-3: en sus inicios están al frente Venezuela, Chile, Cuba y Costa Rica (inteligente combinación). Claramente, la agenda no es el independentismo ni el antiimperialismo del pasado. El reto es generar para los 33 países de América Latina un modelo de desarrollo inclusionista: de 591 millones de habitantes, 177 millones son pobres y 71 millones excluidos. La Declaración y Plan de Acción de la Celac debe retomar el Plan de Humanidad y Raza para la Ciudadanía Latinoamericana. América puede ser imán y llave del mundo (una geoeconomía fuerte). América puede contribuir al equilibrio del universo: "El Supremo Sueño de Bolívar".



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