Calienta motores el paro nacional agrario, étnico y popular



|Por Nelson Lombana Silva|

El presidente de la república Juan Manuel Santos Calderón estuvo este 27 de abril en Ibagué, Tolima, haciendo promesas en cantidades industriales y tratando de tapar el sol con sus manos, al negar que no hay razones para la protesta campesina, indígena y popular que viene calentando motores en distintas regiones del país.

Sagaz y perverso señaló que la causa era política (¿politiquera?) de sus enemigos políticos que se oponen a su reelección. Dejó traslucir que el paro es una acción encaminada a rematar su baja popularidad de acuerdo a las más recientes encuestas. De las cuales, dijo a propósito, que no eran muy creíbles. Seguramente, si los resultados fueran otros, su opinión sería otra y seguramente estaría diciendo que era la encuesta más objetiva, realista y científica. Como quien dice, cada cual cuenta su versión de acuerdo a como le vaya en la fiesta.

De acuerdo a los comentarios callejeros no le fue bien al señor presidente en su gira por la ciudad musical de Colombia. Hay quienes afirman que más que campaña lo que viene haciendo es organizando fraude electoral, en el entendido que más que convencer viene literalmente comprando y repartiendo a diestra y siniestra lo que los medios de comunicación suelen llamar pintorescamente: “Mermelada”.

Dicho aperitivo por supuesto que está al alcance solamente de unos cuantos que son los que se encargan de hacerle el juego sucio y vergonzante a los mismos con las mismas. Santos al fin y al cabo no es más que un delfín, como diría el eximio escritor Álvaro Salom Becerra.

Es indudable que la única opción política consecuente en este momento histórico lo encarna el binomio Clara López Obregón – Aída Avella Esquivel. Por eso las encuestas, aunque por regla general son manipuladas, dan una idea clara que esta opción presidencial va en crecimiento y cada vez tiene más resonancia en distintos sectores populares, campesinos, indígenas y movimientos sociales a lo largo y ancho del país. De ahí la importancia de los Comunistas agitar sin rodeos y pucheros este binomio. Son dos mujeres valiosas, luchadoras y consecuentes. Clarita – como le suele decir cariñosamente nuestro camarada Carlos Lozano Guillén – estará en territorio tolimense el próximo 13 de mayo, visitando los municipios de Natagaima, Espinal e Ibagué.

Desde ya hay que preparar comandos que agiten la visita y organizar movilizaciones sin sectarismos, sin ambigüedades y sin oportunismos. Regar la propuesta programática y alimentarla con iniciativas propias o regionales. Defender esta iniciativa en veredas y barrios con entusiasmo y sobre todo conciencia social y de clase.

El presidente Santos pretende hacer creer que en Colombia no está pasando nada y que los hombres de ruana, sombrero y alpargatas se preparan para ir al paro simple y llanamente por cerrarle las posibilidades a su reelección. A engañar incautos doctor Santos: El pueblo campesino, indígena y popular, sí sabe por qué tiene que salir a pelear, cuál es la razón de salir a enfrentar las hordas del Esmad, la militarización y la paramilitarización.

En el caso particular del Tolima, señor presidente Santos, estamos listos para la pelea por múltiples razones. Solo algunas: Las multinacionales y transnacionales como Anglo Gold Ashanti, están literalmente desplazando a los campesinos de sus propiedades. Más del 80 por ciento de este territorio ya se encuentra concesionado en títulos mineros unos concedidos y otros por conceder. Eso implica que la fauna, la flora y el agua están en inminente peligro de extinción. ¿No es suficiente esto, señor presidente?

La caficultura está en crisis, la producción arrocera, los maiceros, los algodoneros, etc. No precisamente por un simple golpe de suerte o la “locura” inexplicable del clima. No señor presidente. Todo ello es producto de decisiones políticas a favor de la oligarquía y el imperialismo norteamericano y en contra del pueblo humilde, honrado y trabajador. Ni más ni menos, que son los efectos de los leoninos, antidemocráticos y antinacionalistas tratados de libre comercio.

De esa situación concreta se desprenden otros males que hacen que la protesta sea justa y necesaria. Por eso, estamos convocados una vez más a la pelea; no porque nos guste, sino porque nos toca.

Así las cosas, a crear comités de paro por toda la geografía, destacando a nuestro modo tres comisiones fundamentales: Una política, una de comunicaciones y una de Derechos Humanos. Cada quien laborando articuladamente. Esta es una lucha reivindicativa pero también política. Así, las cosas, el primero de mayo debe ser contundente, combativo y unitario. Como diría Gaitán: “¡A la carga!”

Fuente: http://www.pacocol.org/
 

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