Hombre octogenario, de cuerpo robusto, cabello blanco, piel rara, mide 1,81 centímetros y pesa 82 kilos; porta una armadura anti-sistema, monta un caballo troyano y lleva una espada de icopor.
Este ciudadano de vez en cuando tira una piedra y no esconde la cara, también levanta la voz en los escenarios públicos; presenta comportamientos sociales indebidos; practica la acción directa y decidida, y por obvias razones, es perseguido por la Policía de Ibagué y por la otra Policía, la Rectoría UT y su guardia pretoriana.
Este hombre fue paciente psiquiátrico en el Hospital Borda, locutor y cantante en La Colifata, siempre fue loco, pero lo peor de todo es que su locura nada contra la corriente y se compagina con lo políticamente “incorrecto”.
Este sujeto al parecer trabaja como venga-chite en la Universidad del Tolima y además se le ve con bastante frecuencia en La taberna de Moe, antro de mala muerte situado al lado de la iglesia de la Hacienda Santa Helena.
La policía metropolitana, uniformada por dentro y por fuera, ha iniciado una campaña de persecución mediática contra este individuo y, dadas las características de alta peligrosidad, se ha recomendado que no intenten doblegarlo, ni mucho menos cortarle la mano como al TalIvan. Mejor, si algún ciudadano informante lo reconoce y lo ubica, favor llevarlo y entregarlo ante el Rector José Herman Muñoz Ñungo.
RECOMPENSA:
Su silencio.
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