1. Julio César Carrión Castro ha logrado
identificar muy agudamente el criterio de unicidad ideológica y política que
define a las tresúltimas administraciones de la Universidad del
Tolima. Es el gatopardismo: cambiar todo para que todo siga siendo
igual. Ese mismo criterio define también a la izquierda que
se ha parapetado en sus oficinas, con la que han conformado unidad de cuerpo y
de acción, Jesús Ramón Rivera Bulla, Héctor Villarraga Sarmiento y José Herman
Muñoz Ñungo. Con sus izquierdas de derecha a la cabeza, y con su derecha
propiamente asumida, la U.T no ha dejado de ser en estos últimos doce años la
Universidad del Tamal[1], con todo lo que ello compromete para la fe
pública y de frente, para la misma comunidad universitaria.
2. Desde que empezara su más largo período de
encargatura en febrero del año pasado, Héctor Villarraga Sarmiento
sembró las bases para la constitución del mito de la academia. Su
discurso de instalación, casi tan altisonante como el del filósofo de la selva
negra al recibir Friburgo, vendió la imagen del renacer de la universidad
moderna, de la institución racional habitada por sujetos de ciencia, dispuestos
siempre a dirimir sus dificultades de forma dialógica y políticamente correcta.
Era la academia del siglo XIX, revolucionaria a los ojos del veintitantos años
secretario general, y algunos Vicerrector académico; a quien los graves
problemas de corrupción y de gobernabilidad de su antecesor, lo descubrieron en
la primera línea de sucesión para heredar la dignidad del rectorado
universitario.
3. La actual dirección de la universidad del
Tolima [la nueva-vieja administración], encuentra en la carrera
profesoral de José Herman Muñoz Ñungo la que parece ser su más importante
singularidad. De ser administrada por un médico y
un abogado que nada tenían que ver con los principios misionales de la
institución universitaria colombiana, pasó a ser dirigida por
un profesor que además investiga y publica, “un académico”, como se ha
naturalizado en el imaginario colectivo. Sin embargo, hasta ahora el
verbo no se ha hecho carne.
3.1 El profesor-investigador y actual rector,
había sido Vicerrector Académico por siete años [reemplazado por Villarraga
Sarmiento], y de Desarrollo Humano por otros dos, cargos en los que sus
especiales aptitudes de hombre consagrado a la ciencia y a la academia no
lograron constituir un giro positivo para la universidad, que hoy se mantiene
en la crisis permanente que la caracteriza a nivel local,en términos de
producción, formación y proyección, además de la polarización política y el
clientelismo galopante. A cinco meses de la administración en propiedad
del profesor Muñoz Ñungo, todo sigue igual, a pesar de que hemos
cambiado.
3.1.1 Crisis académica: caracterizada
hasta el cansancio, hace varios semestres, por los
sectores críticos independientes de la universidad, y desde otro punto de
vista, señalada recientemente por el CNA[2], cuya agenda neoliberal terminó
dibujando el norte del eje académico del Plan de Desarrollo de la dirección[3] [que todavía no es el de la
universidad]. La hoja de ruta, fue cooptada a su vez por algunos funcionarios
expertos en planes, que todavía no comprenden la diferencia del uso político de
los verbos s-o-c-i-a-l-i-z-a-r [dar a conocer el plan construido a puerta
cerrada] y p-a-r-t-i-c-i-p-a-r [que la comunidad universitaria: estudiantes,
profesores, funcionarios, trabajadores, egresados, sectores externos;
forme-parte activa de su construcción].
3.2.2 Crisis administrativa: la
U.T estará condenada a no ampliar suficientemente su planta docente y a ver
frustrada su proyección académica, ante una irresponsable reforma laboral[4] que ha vulnerado hasta ahora todos los
procesos de meritocracia y de carrera administrativa, poniendo en riesgo la
viabilidad financiera de la institución[5]. Dicha reforma representó un incremento del
121% en la planta de funcionarios administrativos, con un impacto económico
para la universidad que supera los 4.000 millones de pesos al año.El
quid del asunto es que este Leviatán supera las mil
vinculaciones entre funcionarios administrativos de planta, temporales,
provisionales y OPS, rebasando de lejos la nómina de profesores de tiempo
completo, lo cual es impresentable para cualquier institución universitaria del
país. Actualmente, los concursos que se convocarán para tiempo
completo se limitarán a compensar las plazas de los docentes que ingresarán a
su período de jubilación, que solo este año suman cerca de 80, cifra que
sobrepasa en redondo la propuesta de convocatoria de 60 plazas propuesta por la
administración.
3.2.3 Crisis ética: hace
parte de los modos de operar el gobierno universitario y de definir las
políticas institucionales. Constituye las dos anteriores, que al mismo tiempo
la reproducen. La crisis ética es también patente en el acto de
renunciar a la construcción de un proyecto universitario alternativo,
colectivo, participativo, completamente ajeno al proyecto de derechas que
actualmente se materializa en los ejes estratégicos de su arrogante política
universitaria.
4. Junto con la crisis, la nueva-vieja
administración también heredó el mito, que sobredimensiona minuciosamente en el
discurso, y objetiva en los hechos noticiosos que ella misma
produce en los medios de comunicación institucionales y regionales, con el
único fin de autolegitimarse. El mito sobrevino, pero no ha dejado de ser tal,
no puede dejar de serlo, por eso mismo sigue siendo mito: discurso-
construcción simbólica -realidad producida lingüísticamente- representación.
Así como los hijos del más excelente de los alfareros no pueden llamarse tales
a priori por el solo hecho de haber sido concebidos por éste, y así como la
casa que en temporada de lluvias se inunda no va a dejar de estarlo solo porque
pensemos y deseemos que así no sea, de la misma forma no vamos a ser eminentemente
académicos por el simple hecho de que así lo declare el más
inteligente de todos los eminentes. Hay cuestiones objetivas que no
vamos a solucionar ni con la más franca actitud positiva. La
propuesta más rigurosa es aquella que se construye a partir del ejercicio
crítico radical, implacable, que compromete a su vez escenarios de trabajo
conjunto, con el único fin de transformar positivamente el estado de las cosas
infectado por la crisis.
4.1 Por el momento seguimos encadenados
observando las sombras a través del biombo y especulando sobre las figuras que
nos traza el fuego en las paredes de la caverna edificante.
5. Lo real es aquello que en términos de
Lacan fractura la realidad producida por el mito. En este escenario, la U.T se
mantiene arropada bajo la lógica imperante de la universidad para el consumo,
la empresa y el trabajo. Aupada por el típico discurso desarrollista, y
apalancada en la estructura de las competencias, se mantiene acrítica a la
misma política mundial que ha sumido a las universidades en las crisis en que
están (crisis que no es exclusivamente económica, sino también histórica en
relación con su papel en la sociedad) perdiendo de vista la autonomía, por los
postulados administrativistas y técnicos de la burocracia educativa
ministerial. En general, la actual administración todavía no plantea soluciones
para erradicar la corrupción, el clientelismo, el enfoque administrativista, la
ausencia de garantías democráticas, la persecución a la fuerzas de oposición
crítica, el desmedro académico, la falta de garantías físicas, morales y
laborales para el desarrollo de la academia por parte de los docentes de planta
y catedráticos[6], la situación de caos del modelo a
distancia, el fortalecimiento de la autonomía universitaria en el marco de una
nueva ley general de educación, la reconstrucción del tejido social
universitario y muchos otros aspectos que al parecer no tienen el suficiente
calado en sus cuatro ejes de gobierno. Lo que es más grave, ha sido incapaz de
incorporar otras propuestas programáticas y visiones sobre el devenir de la
cuestión universitaria, configurando un panorama completamente excluyente.
***
En los últimos días ha circulado una
comunicación de un funcionario de esta administración, condenando de forma
irresponsable las actuaciones de los estudiantes y de algunos profesores
afiliados a Aspu, tratando de constituir una vez más un proceso de persecución,
señalamiento, satanización, y de agresión descarada a los legítimos derechos políticos
que comprometen la vida universitaria. Se trata de prácticas odi-osas y
mezquinas, típicas de una política de cocina, que tienen que ser desautorizadas
inmediatamente por la dirección de la universidad, a no ser que ésta sea al
tiempo su misma posición.
[1] La frase también es de Carrión Castro,
director del Centro Cultural universitario.
[2] La comunicación del Consejo Nacional de
Acreditación del Ministerio de Educación Nacional, en donde se niega la
acreditación de alta calidad es bien conocida por la comunidad universitaria.
[3] Ver entrada anterior en este mismo
blog. Ser o no ser acreditado, esa no es la cuestión http://andrestafur.wordpress.com/2013/01/29/ser-acreditado-o-no-ser-acreditado-esa-no-es-la-cuestion/ También apuntes del secretario de la
Asociación Sindical de Profesores Universitarios, Aspu:
tutorcarlosgamboa.blogspot.comhttp://tutorcarlosgamboa.blogspot.com/2013/04/transcurrir-ut-abril-21-de-2013.html igualmente, Observaciones al
plan de desarrollo, por la profesora Elsa Ortíz, vicepresidenta Junta
Directiva Aspu seccional Tolima. http://tutorcarlosgamboa.blogspot.com/2013/04/transcurrir-ut-abril-21-de-2013.html
[4] Ver estudio detallado de la reforma
laboral de la Universidad del Tolima en Asociación Sindical de Profesores
Universitarios, Aspu. asputol.blogspot.com http://asputol.blogspot.com/2012/09/comunicado-asamblea-general-de.html
[5] Conclusiones expuestas en la carta de
la veeduría ciudadana de la universidad dirigida a la Contraloría Departamental
[6] Para conocer la situación a que estamos
sometidos los profesores catedráticos, véase: profesores universitarios, los
hijos de la precariedad. En tutorgamboa.blogspot.com http://tutorcarlosgamboa.blogspot.com/2013/04/profesores-universitarios-los-hijos-de.html
0 Comentarios