Democratizar la universidad del Tolima, propósito de la Junta Constituyente para el nuevo semestre

Frente a la arremetida del gobierno nacional con su inconstitucional intento de reforma a la Ley 30 de 1992, y que pretendía profundizar los procesos de privatización y mercantilización de la educación superior, para ponérsela en bandeja de plata a la empresa privada; los estudiantes colombianos desde todas partes del país, desde la secundaria y las escuelas técnicas y tecnológicas, desde las universidades privadas y públicas, nos movilizamos, paramos, luchamos y logramos detenerla momentáneamente. Todo, a pesar de la intransigencia, el autoritarismo, la persecución y la desinformación del aparato estatal y de los medios de comunicación nacionales, coyuntura en la que perdieron la vida cinco compañeros que también soñaron con una mejor universidad, y que no están acá “por distintas situaciones que la justicia no ha podido esclarecer”.

Pero es necesario recordar que la movilización se realizó también en contra de los pronósticos negativos de múltiples sectores de las universidades colombianas, y particularmente de la nuestra, la Universidad del Tolima.

Aquí tuvimos que cargar con los señalamientos y los ataques de los vicerrectores, los decanos y de algunos profesores siempre serviles y obedientes a las determinaciones del corrupto y déspota Jesús Ramón Rivera, - que a diferencia de él no han abandonado nuestra universidad–, quienes se opusieron férreamente a la movilización y a la acción que con fuerza y creatividad el movimiento estudiantil desplegó el semestre pasado. Por supuesto estas no fueron las únicas voces opositoras. Otras se levantaron a desorientar las discusiones políticas en las que avanzábamos, alegando cuestiones como: “el paro no pude ser local", “no podemos desgastarnos en una pelea interna”, “no tenemos ninguna crisis en la universidad”, gritaban.

Pero hoy miramos hacia atrás y no sabemos si todas estas voces, que nunca dejarán de ser susurros, tendrán la grandeza de quienes reconocen sus errores, para decirle a la universidad que los honestos tuvimos la razón, y que, aunque el rector se haya ido, y no por las sanciones morales de ellos, sino por las nuestras, y las críticas y los debates del movimiento estudiantil y las fuerza de oposición; aún la Universidad del Tolima continúa sumida en una profunda crisis académica, administrativa y ética, en un oscuro panorama de gobernabilidad que por su estado general de “encargatura”, la mantiene en un genuino estado de emergencia.

Por eso vale la pena recordar que el nuevo rector encargado, Héctor Villarraga Sarmiento, no sólo hizo parte del problema durante los 12 años en los que Rivera se perpetuó en la rectoría, sino que se ha mostrado incapaz de menguar tal estado de cosas, pese a que en sus discursos se ha sentado sobre la crisis, reconociéndola para banalizarla, y presentándose discursivamente como un “demócrata” inquieto por los principios universitarios, aunque en lo real siga tomando decisiones abiertamente antidemocráticas.

Frente a este panorama, la Universidad del Tolima y sus hijos, quienes creamos un nuevo escenario de propuesta, debate, sueños, reflexión, movilización y compromiso denominado LA CONSTITUYENTE UNIVERSITARIA, nos reivindicamos en el derecho de andar por el camino de la transformación; porque nuestras gentes, nuestra universidad, nuestro departamento y nuestro país no pueden aceptar más la anquilosada y burocrática forma como se acostumbra abordar la crisis universitaria, a través de mesas que negocien con tres “pelegatos” quienes terminan definiendo lo bueno y lo malo para el Alma Mater, desconociendo la democracia profunda.

¡Sorpresa para todos! la idea nacida en un pueblito encantado, de Ocobos y Sanjuaneros, se volvió referente nacional; y otras universidades en el país reconocieron la Universidad del Tolima como epicentro de la potencia para trasformar nuestra realidad educativa aportando de manera efectiva, organizada y en movilización permanente para la construcción de la nueva ley general de educación. Y hoy más que nunca se convierte en la propuesta preferible en el terreno de lo político, así existan todavía algunos que se nieguen a aceptarlo, sumándose al (re) accionar de algunos sectores de la universidad, de algunos grupos estudiantiles y una variedad de sujetos “conformes” con las viejas maneras de actuar que hasta hoy no son capaces de reconocer que la Constituyente Universitaria vive, camina y se elabora, que seguimos en el proceso y que los estudiantes de la Universidad del Tolima somos poder, poder constituyente y popular, que nos levantaremos a pelear, a discutir con argumentos y palabras que no se alejan de lo que nuestros actos ratifican.

Este semestre es un periodo crucial en lo académico, lo administrativo y lo político en la universidad del Tolima. Por una parte, vencido el Plan de Desarrollo – que es la hoja de ruta, la carta de navegación- de la universidad, estamos llamados como comunidad universitaria a construir uno nuevo, de manera realmente amplia y efectivamente democrática.

También se avecinan las elecciones para los distintos escenarios de representación de la universidad: los estudiantes, los egresados y los profesores, debemos escoger nuestros representantes al consejo superior universitario; y las distintas facultades tendrán que elegir de igual manera sus autoridades académicas (decanos) que se articularán con el plan de acción y de desarrollo de la universidad.

Ante tal circunstancia, la junta Constituyente Universitaria ha demandado en distintas ocasiones, que se hace necesario poner en discusión los mecanismos por medio de los cuales se escogen tales representantes. Varias propuestas están sobre la mesa, y podemos definir colectivamente cuál es la preferible, pero no podemos dar por sentado que las actuales son las únicas posibles.

Amigo estudiante, tal vez usted que llega hoy a la Universidad Pública no dimensione la potencia, la importancia y la necesidad de que se sume a la defensa del Alma Mater, pero como estudiantes queremos celebrar la oportunidad que ustedes tienen y seguro que si luchamos juntos podremos dar a muchos más jóvenes de este país la oportunidad de hacerlo.

Bienvenidos a la Universidad del Tolima, el espacio ideal para defender los sueños y para construir nuevos escenarios en donde la democracia sea una realidad de todos y no la vieja manipulación de unos pocos.

Abril 2012.
RED NACIONAL DE ESTUDIANTES INDEPENDIENTES
Mesa Amplia Nacional Estudiantil, MANE.

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