Javier Darío Restrepo: ´El periodista duda, luego existe´

|Por Fabio Moncada|

A continuación compartimos la entrevista al periodista y Premio Simón Bolívar Javier Darío Restrepo, realizada por el profesor de la Universidad del Tolima Fabio Moncada y publicada en la versión impresa # 16 de la Revista Cultural El Salmón.

Javier Darío Restrepo nació en Jericó, Antioquia, en 1932. Periodista de amplia trayectoria en prensa escrita (50 años) y televisión (26 años). Experto en ética periodística, catedrático de las universidades colombianas Javeriana y de los Andes, y conferencista en temas de comunicación social. Es miembro fundador de la Comisión de Ética del Círculo de Periodistas de Bogotá y del Instituto de Estudios sobre Comunicación y Cultura -IECO-. En 1997 recibió el premio latinoamericano a la ética periodística del Centro Latinoamericano de Periodismo -CELAP-, auspiciado por la Universidad Internacional de la Florida.

Fabio Moncada: ¿Cuáles son las prioridades éticas en la formación de comunicadores sociales y periodistas? ¿Qué es aquello que la universidad debe dar, lo imprescindible, aquello que necesariamente debe ser parte de su bagaje como profesional en comunicación social?

Javier Darío Restrepo: Para hacer la formación ética el primer paso debe ser crear una conciencia de identidad profesional; es decir, el estudiante tiene que saber muy bien, e ir con los ojos abiertos al encuentro de una profesión, pero esa profesión tiene que ser conocida con toda claridad. Por tanto, hay un primer momento que es como desbrozar un terreno, es decir, despojar al terreno de todas las hierbas malas que le han crecido; aquí despojar de prejuicios acerca de lo que es la profesión de periodista, que eso hay cantidad de estereotipos, de ideas incompletas, o ideas erradas sobre esto. Una vez que ellos descubren el ser de la profesión, ya se puede comenzar a pasar al deber ser de la profesión.

El ser de la profesión está hecho, tanto de las limitaciones que ellos encuentran en otros profesionales, de las falsas celebridades que hay en la profesión. Cuando ya conocen todo eso, viene el momento de cómo podemos llenar esos vacíos, esas debilidades y convertir esto en algo fuerte y sólido que es cuando comienza el deber ser. Entonces, un excelente profesional tiene que ser así, así o así. Pero ese tiene que ser el descubrimiento que hay que hacer con ellos. Hay un error en la enseñanza de la ética, y es pretender que uno va a imponer un esquema preestablecido en la mente de ellos, en realidad, son ellos quienes tienen que descubrir ese esquema a partir de una comprensión de lo que es la profesión y las exigencias que tiene esa profesión.

Ayuda mucho como instrumento la discusión sobre dilemas éticos, o sea, a partir de casos concretos, que se pueden tomar incluso de ejemplos que se están dando frecuentemente en la vida periodística. Por ejemplo, recientemente, el Espectador publicó un escándalo sobre una funcionaria del Distrito que tenía que ver con el botadero de basura “Doña Juana”; cómo consiguió ese periodista la información que le sirvió de fundamento para esa denuncia?, la consiguió como estamos aquí; una persona está hablando allá, él está aquí, y el comienza a pescar algunas frases, frases sueltas, se apodera de unas servilletas que quedaron allá cuando la gente se fue, a ver qué habían apuntado en las servilletas. Entonces, con frases sueltas y con apuntes imperfectos, incompletos también, fabrica una denuncia que publica al día siguiente el periódico. Como consecuencia de esa denuncia, a esa funcionaria que estaba allí la destituyen, porque tenemos un alcalde muy nervioso frente a todo lo que puedan decir los medios de comunicación, y dentro de sus pobres cálculos está que si destituyen a esa funcionaria ese medio de comunicación va a admirar al alcalde porque tuvo el coraje suficiente. Después resulta que la destituyó injustamente, y en este momento hay una demanda contra el alcalde; pero lo que si importa considerar es que en una clase con los alumnos se les pregunte, ustedes creen que eso está bien o está mal hecho, discutan: qué es lo bueno y qué es lo malo? Luego, eso desde el punto de vista puramente periodístico a ustedes les parece que eso está bien o está mal? Cuál sería el comportamiento excelente de un periodista en esas circunstancias, y comienza: métanse ustedes en el pellejo del señor que oye que están hablando de “Doña Juana”, etc., y pesca algunos datos, ¿qué sería el comportamiento excelente? A partir de ese tipo de consideraciones, ellos se están metiendo en una realidad; pero es una realidad que van a cambiar bajo el apremio de cuál sería el comportamiento excelente. Ya no es ver simplemente el hecho, sino incorporar al hecho un deber ser. A través de ejemplos como esos y a través de discusiones como esas, se va creando una sensibilidad frente a unos valores, frente a un deber ser, que la ética es ante todo sensibilidad, más que conocimiento; es sensibilidad frente a lo correcto, lo incorrecto, lo bueno, lo malo; especialmente, sensibilidad frente a lo excelente; ese es un paso que se puede dar.

Yo creo que las clases de ética hay que despojarlas de la estructura que tienen las demás clases y, sobre todo, hay que partir de este hecho: “la ética no se enseña, se comparte”, y se comparte como los mejores tesoros que uno quiere compartir con las personas que uno quiere; un padre, un abuelo, frente al hijo o frente al nieto, se pone a hablar y él quiere compartir con ellos la experiencia, y una de las experiencias que más ávidamente se quiere compartir es la experiencia de los errores que uno ha cometido, para que ellos no los cometan. Ahí es donde comienza la enseñanza de lo ético, a través de un compartir, que en este caso viene a ser el compartir la buena noticia de que los seres humanos no somos tan peores como nos imaginamos, que hay mucho ser humano bueno y que uno puede llegar a ser un ser humano excelente, esa es una gran noticia, pero hay que compartirla con la alegría con que se comparten todas las buenas noticias.

FM:/ Estamos viviendo una realidad manipulada por los medios, la imagen que tenemos de la realidad, en general, no corresponde a lo que es (sin caer en ontologismos); ocurre un hecho y los medios presentan uno diferente, qué tareas son esenciales para manifestar esa rebeldía de la que hablabas frente a dicha situación, si la ética es una rebeldía frente a lo que no me gusta, frente a lo que considero que está mal hecho, frente a la decisión que no corresponde a un deber ser o a una excelencia, y me doy cuenta que los medios están participando de eso, que de hecho están cumpliendo un papel muy importante porque están mostrando, enmascarando, velando la realidad, están dándonos a conocer algo que no es realmente así, ¿cuáles serían las tareas que pueden tener estos estudiantes y cuáles tareas la comunicación social frente a eso, sabiendo que ellos no son quienes están manipulando, que ellos están aprendiendo, y en ese aprendizaje tienen que ser conscientes que se está presentando esa manipulación; qué tareas les debemos poner a ellos?

JDR:/ La primera tarea es no aceptar pasivamente nada, llegar tempranamente a una condición que a los periodistas nos cuesta mucho adquirir, y es que toda fuente miente, mientras no se demuestre lo contrario, eso los viejos lo tenemos ya muy interiorizado, por eso siempre estamos dudando. La primera tarea de un estudiante es dudar, dudar de todo lo que le dan los medios de comunicación, pero dudar no emocionalmente sino cerebralmente, esa duda cerebral es la que surge de preguntas que uno se hace, preguntas como estas: ¿cuáles son los intereses que están moviendo a ese medio?, ¿cuáles son los intereses que hay detrás de esta información? ¿cuáles son los intereses que hay detrás de este periodista que está dando esa información? Primera circunstancia. Otra duda: cuáles son las limitaciones que tiene ese medio de comunicación, eso que están diciendo en este momento se puede considerar verdad absoluta?...y llegas muy rápidamente a la conclusión de que no hay verdades absolutas; por tanto, la inconformidad surge de la conciencia que un medio de comunicación nunca te dice la verdad. Pero, podríamos llegar a un escepticismo radical, qué partecitas de verdad se pueden aceptar; entonces allí se emprende una activa búsqueda de la verdad, y para esa activa búsqueda de la verdad es inmensamente útil que aprendan a comparar informaciones, o sea, no darles una sola fuente de información, sino tener entendido que hay muchas fuentes y a eso son particularmente sensibles los muchachos hoy que han aprendido a navegar por internet; porque allí tienen acceso a múltiples fuentes de información, ese es un ejercicio fascinante, alrededor de un solo hecho; que se reunieron los presidentes de este continente en Bariloche; va a aceptar únicamente lo que va a transmitir la televisión oficial colombiana? Métase a navegar, a ver qué están diciendo los periódicos de Argentina, qué están diciendo los de Bolivia y demás, compare versiones y va a encontrar los fragmentos de verdad, y eso es fascinante, encontrar fragmentos de verdad y luego comenzar a ensamblarlos; es una tarea concreta, y yo como profesor a los alumnos les debo decir “hoy están en reunión los presidentes en Bariloche”: cuántos tienen computador, cuántos navegan por internet, constituyendo equipos con los que sí tienen y para mañana me van a traer las versiones que hay en distintas partes sobre el mismo hecho, y al lado de las versiones, en qué coinciden, en qué discrepan, qué se puede creer y qué no se puede creer; y ya eso da el punto de partida para la inconformidad ante lo que dan los medios de comunicación y estás creando un talante crítico frente a los medios de comunicación.

FM./ Cuando decías el no tragar entero, la capacidad de cuestionar, de partir de una duda; una expresión que decías era la fuente miente, entendida como la fuente es parcial, es decir, ¿toda fuente parcializa en la media en que es su perspectiva de los hechos, de las cosas que ocurren?

JDR: Sí, en realidad el verbo no sería mienten, el verbo sería yerran, y algunas veces el error no es error sino que es mentira, pero, entonces, ninguna fuente da una verdad absoluta, todas son muy relativas, todas dan unos elementos para la propia búsqueda, porque lo que hay que destacar y hay que crear en el estudiante es la pasión por la propia búsqueda, no la situación puramente pasiva, de quien recibe cosas, se las aprende y no pone de su parte duda, y si se trata de estudiantes de periodismo, lo propio del periodista es la duda, el periodista duda, luego existe; el periodista no duda, se acabó como periodista. Hay una afirmación y es que los periodistas estamos vivos en tanto en cuanto tenemos preguntas, el día que se nos acaban las preguntas, nos acabamos como periodistas; pero eso hay que aprenderlo incluso, desde el momento en que uno está comenzando a aprender, lo propio del periodista es preguntar y dudar para beneficio de aquellos a quienes les va a dar información; porque entonces les va a dar una información depurada por el esfuerzo en anular las dudas.

FM:/ Hay una situación que se está planteando frente al monopolio de los medios, incluso lo que llamaríamos puestos de trabajo son muy limitados, aquellos que ingresen a los medios tendrán que amoldarse a las políticas, a los criterios y a las ideologías propias de esos medios, pero todos aquellos que no van a trabajar allí, porque no hay la posibilidad, o aquellos estudiantes que se están formando, por ejemplo en la provincia y que no van a acceder aquí a Bogotá, sino que desde el Huila o el Tolima, van a ser constructores de comunicación social, qué alternativas pueden tener?, qué experiencias has conocido de otros países o aquí de Colombia, donde la comunicación no se limita solo a ser reproductores de los medios, o a ser empleados de los grandes medios de comunicación, sino que, al contrario, estamos hablando de otros mecanismos, otros modos; cuáles serían estos, cuáles serían las alternativas que se mueven en los intersticios que existen en la realidad de lo social?

JDR: Hay una iniciativa que he visto en muy pocas universidades, y que sin embargo es la gran iniciativa para responder esta pregunta: capacitar periodistas que sean capaces de crear su propio medio alternativo. Yo creo que hay una desfiguración del sentido de la profesión desde el momento en que todos los alumnos que tú tienes ahí están soñando con ir a trabajar a los medios comerciales; y ya se ha visto que los medios comerciales están distorsionando cada vez más el sentido profesional del periodismo; tienden a convertirlos en propagandistas, y el periodista es otra persona, luego tienden a convertirlos en empleados leales de una gran empresa; entonces, es un orgullo pertenecer a la empresa tal o a la empresa cual, e incluso eso les da una desfiguración espiritual consistente en que ellos se sienten representantes de ese medio, y puesto que el medio es importante entonces yo soy importante, lo que es toda una caricatura de la personalidad. Allí se está caricaturizando a la personalidad; en cambio, no se está pensando que lo mejor que puede pasarle a un candidato a periodista es aprender a crear medios alternativos al servicio de su comunidad.

Cada uno de nosotros pertenece a una comunidad, y uno como periodista se preguntaría, esta comunidad en la que yo vivo tiene su medio de expresión. Yo estoy convencido de que es una necesidad urgente de toda comunidad tener un medio de expresión. Luego yo como periodista estoy capacitado incluso para emprender esa tarea terrible, muy difícil, de financiar un pequeño medio de comunicación, pero financiarlo de modo que no entre en peligro mi independencia, por tanto, obtener recursos con la propia comunidad; pero para obtener recursos de la propia comunidad significa que yo he construido una credibilidad a toda prueba, de modo que esa comunidad cree en mi, y cree tanto en mí que me da sus recursos para que yo le sirva de expresión y les dé un medio de expresión. Esa es una mirada completamente distinta a la que actualmente se está dando en las facultades, y sin embargo, es la que tendrá que imponerse. Hay un libro que a lo mejor tú lo conoces, que es un libro de Alvin Tofler, que se llama “La Tercera Ola” y en el capítulo de los medios de comunicación, el afronta el interrogante: ¿resistirán los medios de comunicación actuales el impacto del fin de siglo, fue escrito a finales del siglo pasado. Comienza a haber señales en los grandes medios, de desaparición; porque a fuerza de convertirse en catálogos de ventas, los grandes medios comerciales sólo son eso, la más pequeña parte es la que le dedican a la información, y todavía es más mínima, la parte que le dedican a la información inteligente; entonces, eso significa que están desapareciendo esos grandes medios como instrumentos de una realidad social que vive la gente. Después de hacer ese análisis, se pregunta, ¿qué está sustituyéndolos? Y es cuando comienzan a darse, primero esos esfuerzos comerciales a través de cuadernillos agregados, cuadernillos especializados; entonces, que si el cuadernillo de fotografía, que si el cuadernillo de salud, distintas actividades que son la forma de redimirse frente a la inocuidad de su contenido comercial. Entonces, ese es sólo un esfuerzo para sobrevivir que tienen esos medios, para sobrevivir con alguna dignidad.

Lo que sí está creciendo es el medio comunitario, radio comunitarias, por ejemplo. Me ha admirado siempre Bolivia por la cantidad de estaciones de radio y de televisión que tienen; pero cuando tú estudias el por qué de esa multiplicación, es porque las propias comunidades echan de menos al ver o al ponerse en contacto con los medios comerciales, echan de menos algo que traduzca su palabra, su sentir, sus demandas, sus expectativas. Y entonces, financian o hacen pequeñas emisoras. No sé si se hayan multiplicado los medios impresos, pero si sé que las emisoras y los canales de televisión; lo cual está significando, que si hay algún futuro para los medios periodísticos, es el futuro de los medios comunitarios, con una tecnología modesta, no hay esos despliegues tecnológicos sino tecnología modesta, con una economía modesta y sólida en el sentido de que cuida muy bien de financiar el medio pero financiarlo sin vender ni una pizca de su independencia; porque el mayor tesoro que tienen esos medios es su credibilidad, les creen, pero es que son independientes, y son independientes porque han tenido muy buen cuidado de no montarse en tecnologías costosas. Se sabe que la tecnología de los medios de comunicación ha progresado mucho pero al mismo tiempo se ha encarecido; entonces se trata de no invertir en medios tecnológicos costosos sino en tener una credibilidad fuerte. Egresados de universidades, con ese entusiasmo y con técnicas para hacerlo, creo que hay pocos, sin embargo, ahí está el futuro.

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1 Comentarios

Andrés Tafur dijo…
Yo quiero verlo dudando, pensando y cuestionando, más allá del aristotelismo ético.