Por Carlos Rojas (*)La Sanción adoptada el día 22 de septiembre de 2011 por parte de la Comisión Disciplinaria de la Dimayor al jugador Wilder Medina con suspensión de 12 meses para ejercer actividades futbolísticas y la multa $ 5´356.000.oo, no sólo se pasa por la faja la Constitución Nacional, el derecho al libre desarrollo de la personalidad y al trabajo, sino que además asume un discurso moralista que se lamenta por la supuesta pérdida de “valores” entre los jóvenes y deportistas, preocupación de corte puritano y aséptico, incapaz de comprender que la costumbre capitalista se desgasta y los valores se transforman y recrean, por ser el reflejo que desde hace tiempo la familia, la escuela, las instituciones, el gobierno, el Estado… vienen en una decadencia. (N de E)
Wilder Medina, padre ejemplar, ídolo de niños y jóvenes, goleador del torneo de fútbol colombiano es sancionado por consumo de marihuana, esta condena resulta ridícula en uno de los países de mayor producción y consumo de marihuana del mundo.
A Colombia este privilegio de ser el primer productor mundial solo se lo arrebata Estados Unidos, el coloso negro del norte es el mayor productor de marihuana en el mundo y el cultivo de cannabis ya supera a las grandes plantaciones de maíz.
Colombia sigue siendo el mayor productor de cocaína y la Atenas suramericana en la producción de amapola, recientemente y siendo fiel a esta tradición el presidente de Colombia admitió con una gran sonrisa en su cara, haber consumido marihuana, lo hizo mientras estudiaba en Harvard,
Estudiar allí es el pasaporte para llegar a ser presidente o ministro en Colombia, es la escuela que todo burócrata y ladrón debe hacer para recibir el beneplácito del gobierno norteamericano y no ser visto como un enemigo potencial.
Medina por su parte nunca fue a la universidad a estudiar, tal vez si hubiera fumado marihuana en Harvard no estaría pasando por este escarnio público a que lo han sometido las autoridades del fútbol al condenar al goleador del fútbol colombiano a no pisar más las canchas, el mismo cigarrillo de marihuana que se fumo el presidente colombiano en Harvard se lo fumo el máximo goleador del fútbol colombiano en un potrero cercano a una universidad publica colombiana.De seguir esta cacería de brujas, es de esperarse que al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, también se le prohíba su presencia en las tribunas de los estadios, ver al presidente en la inauguración de un mundial armando un cigarrillo de marihuana seria un mal ejemplo para los niños y para los hinchas del fútbol en Colombia que son detenidos, fotografiados y expulsados de los estadios y colegios cuando se les ve fumando o se les encuentra un cigarrillo.
Pero la culpa de tanto consumo de marihuana en los estadios colombianos y en las universidades norteamericanas o en los colegios colombianos, lo tiene el mal nivel del fútbol colombiano, la aburrida vida que llevan los gringos y los pésimos profesores. No hay nada más parecido a ser gringo que sentarse a ver un partido del torneo de fútbol colombiano, equipos malos, jóvenes promesas de más de 30 años, goleadores con dos goles durante todo el año, todo esto hace que los espectadores de fútbol en Colombia vayan a los estadios a dormir.
Las autoridades oficiales siembran los estadios con cámaras de videos, nos colocan dos policías por cada barra brava e implantan programas para que los aficionados no fumen marihuana en las tribunas. Pero tanta fumadera de hierba en los estadios no es culpa nuestra, es culpa de los malos jugadores, de los técnicos cobardes que no se arriesgan a ganar y solo van a defenderse, el estadio, donde esta dios se volvió un lugar aburrido en donde los goles son escasos, casi un milagro de la virgen ver una buena jugada y hay que encomendarse a todos los santos para ver un buen partido.
Pero apareció Medina, gambeteador incansable, guerrero valiente y goleador nato que acabo con ese aburrimiento, todos los equipos contrarios parecen lentos, los porteros contrarios se ven poco ágiles en sus reflejo, es como si Medina se la fumara pero los que se traban son los otros jugadores, los directivos de los otros equipos y los técnicos cobardes que no arriesgan un huevo.
Siempre que salgo a jugar un partido pienso que este es el último partido de mi vida, me lo confeso el otro día mientras lo entrevistaba para un documental, en ese momento sentí que no estaba hablando con el gran goleador del fútbol colombiano, me sentí hablando con Bergman, el gran director de cine sueco que decía que cada película era la ultima película, y cada película suya era mejor que la anterior por que era la última.
Los goles de Medina tal vez serán los últimos goles del fútbol colombiano, un fútbol aburrido que quiere castigar la alegría del gol, que quiere dar ejemplo por que una sociedad puede permitirse que el hijo de puta del presidente sea un mariguanero por que al final a todos nos cae mal el presidente y nadie quiere ser como él, pero no podemos permitirnos que el ídolo de todos los niños de un país, el mismo que rompe el aburrimiento con el grito de gol fume algo que ni es doping, tan solo es conducta antideportiva, tan antideportiva como decirle hijo de puta al hijo de puta del presidente.
El gran Ronaldo, goleador de todos los mundiales jugó su último partido en Ibagué, contra el deportes Tolima y al finalizar el partido le entregó su camiseta a Wilder Medina, era el rey entregando su corona a un nuevo rey, Ronaldo lo sabia...... jugó su último partido frente a otro que cada que salta a la cancha se juega su último partido.
Ante el discurso moralista de la Dimayor que trunca el sueño de el goleador y la hinchada, como cantaría el grupo Hip Hop, Bella Vista Social Club de Medellín, yo les pregunto:
“… Las masacres en los barrios y en los pueblos ¿Por qué no las prohíbes? ¿Por qué no las prohíbes? Los colmillos de los perros que te cuidan ¿Por qué no los prohíbes? ¿Por qué no los prohíbes? Malos contratos, despidos masivos ¿Por qué no los prohíbes? ¿Por qué no los prohíbes? Y tu mismo y las ventajas de tu casa, por qué no te prohíbes….”
(*) Carlos Rojas, amigo de Medina, barra brava, guionista, director de documentales, candidato del Porro Democrático a la Asamblea del Tolima, partidario de la legalización del buen fútbol, número 56 en el tarjetón y no fue a Harvard prefirió Stanford.
Fotografías y video: http://tolima1954.blogspot.com/
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