Por: Julianosky- Será un 29 de Junio de 1993 cuando la voz del Cantante de los Cantantes se apague. En la soledad y el silencio de su espíritu aún se escuchaba "y nadie pregunta, si río, si lloro.
30 de septiembre de 1946. Ponce, Puerto Rico. En aquel lugar y aquella fecha nació El Cantante de los Cantantes. Llamado así porque era el cantante que les gustaba a los cantantes. Sí, Héctor Juan Pérez más conocido como Héctor Lavoe. Don Héctor.
Tras sus estudios en el conservatorio de su Ponce natal, con tan solo 17 años prueba suerte en la Gran Manzana, Nueva York.
"Lo chévere". Así comenzaría la vida neoyorquina de Héctor, contrariando los deseos de su padre, quien nunca quiso que estuviera en Nueva York. Allí en tan solo dos semanas conocerá al Gran Jhonny Pacheco, director del sello discográfico Fania, quien Tras escucharlo inmediatamente lo mete en su lista de cantantes predilectos.
Días más tarde, Jhonny Pacheco le presentará a un joven genio musical neoyorkino de ascendencia latina: Willy Colón, Con quien formará la dupla más importante de la historia de la salsa.
Transcurre el año 1967 cuando sale a la venta el primer álbum: ‘El Malo'. A partir de ahora empieza a surgir un género que moverá masas por toda América Latina: La Salsa. Llamada así en honor a la mezcla de culturas que la generan: desde el Son Cubano hasta el Jazz Neoyorkino. Todos con un mismo punto en común: La ciudad de Nueva York.
A esta dupla formada por dos genios, se le sumará el talento de muchos otros artistas latinos que ayudarán a formar definitivamente la salsa. Todo en un mismo escenario. Denominado Fania All Star. Y Lavoe, era la voz predilecta.
Dicho por sus propios amigos, Lavoe se caracterizaba por su sentido del humor. Los chistes eran el pan de cada día de su entorno. A pesar de sus problemas, Héctor nunca dejó de hacer reír a los demás y su inteligencia era demostrada día a día con la creación de sus grandes éxitos.
Si su carrera musical subía como la espuma, su vida personal se entornaba en un torbellino de problemas que desembocarían en una vida trágica, llena de soledad, tristeza y dolor. Héctor tendrá dos hijos con mujeres distintas, dos de sus fans. Se casará con una. La Puchi, también de ascendencia latina y que será su compañera hasta el final de sus días.
Comenzaría a tener roces con los propios integrantes de su orquesta ya que llegaba muchas veces tarde a los conciertos, o simplemente no llegaba. Hasta el punto de que Willy Colón cansado de esta situación, abandona su propia orquesta. Aunque no su amistad con Lavoe ni sus colaboraciones en la música.
En 1979. Consecuencia de sus problemas personales y de su adicción a las drogas y el alcohol, Lavoe cae en una tremenda depresión. Llegó al punto de perder toda consciencia de tiempo y espacio, será ingresado en un manicomio y tendrá que abandonar los escenarios por un largo periodo de tiempo.
Tras un tratamiento de recuperación Lavoe retoma su carrera musical y lanzará su álbum más exitoso, titulado irónicamente ‘La Comedia' y su sencillo más exitoso ‘El Cantante'. Escrito por Ruben Blades, que se convertirá en un hito en la ‘Salsa Brava' de Héctor Lavoe. Canción que de alguna manera definiría lo que era la vida de Héctor Lavoe.
Para 1987 su segundo hijo, Héctor Junior Pérez muere tras un accidente con un arma de fuego disparada por un amigo suyo. Este hecho hará que la vida de Héctor Lavoe definitivamente se fuera a pique. Curiosamente, ese mismo año, y como si de una burla de la vida se tratara Lavoe es nominado al Grammy Latino, pero también recibe una noticia mortal: Padece VIH SIDA.
Consecuencia de toda esta serie de desgracias. Lavoe, tras un concierto desastroso por la falta de organización en Bayamón, decide saltar desde el noveno piso de su hotel. Milagrosamente salva su vida, aunque no volverá a cantar por el resto de sus días.
Sus últimos años solo se pueden definir con la palabra ‘Soledad'. Sus amigos de toda la vida, afirman que a pesar de que Héctor hizo felices a tantos, y muchos se beneficiaron de su carrera, siempre estuvo sólo.
Sus promotores, buscando generar más beneficios presionan a Héctor para que haga un último concierto. Un penoso y triste concierto donde ni siquiera sus amigos de la orquesta tocaron por el dolor que sentían al verlo en esas condiciones, sin poder cantar.
Será un 29 de Junio de 1993 cuando la voz del Cantante de los Cantantes se apague. En la soledad y el silencio de su espíritu aún se escuchaba "y nadie pregunta, si rio si lloro.
Si tengo una pena, que hiere muy hondo. Yo soy el cantante, y me negocio es cantar y a los que me siguen, mi canción voy a brindar". Chevere como siempre dijo.
Por Julián Esteban Vélez Aristizábal, colaborador de Soyperiodista.com
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