Ibaguè, 3 de junio: Una inmensa alegría que pudo ser mayor


Por Rodrigo López Oviedo.

- Para los ciudadanos que desfilamos contra AngloGold Ashanti fue tanta y tan perdurable la alegría que nos produjo el descubrir que somos miles y miles los que no queremos que se explote la mina La Colosa que hoy, cuatro días después, todavía nos sentimos inundados de esa felicidad, así como del placer de saber que lo que debe hacerse se está haciendo como debe ser y produciendo tan excelentes resultados.

El éxito de la jornada tiene su paternidad circunscrita a unas cuantas organizaciones de ambientalistas que han entendido el grave peligro que, con la explotación de la mina, se originaría en las montañas del Tolima y se cerniría sobre una basta zona del territorio nacional, y que, entendiéndolo así, asumieron la gran tarea de desafiar al coloso de la indiferencia y convertirlo en el maravilloso torrente humano que todos vimos en las calles el pasado jueves.

Pero debemos señalar críticamente que esa alegría bien habría podido ser mayor si a los organizadores se les hubieran sumado otras fuerzas. Imaginemos, por ejemplo lo que habría sucedido de haber estado presentes en la preparación las organizaciones sindicales, magisteriales, de la salud, y comunales. El no haber estado presentes habla de la necesidad que tiene el movimiento popular de una organización política que sea capaz de coordinar todas las vertientes sociales y ponerlas a marchar al unísono en eventos como el que se comenta. Esta es una crítica que le cabe al Polo Democrático Alternativo, pues si bien sus militantes más destacados cumplen un importante papel en las organizaciones de masas, el partido como tal parece limitado a las tareas electorales.

Y así como el desfile sirvió para mostrar el alto nivel de conciencia que se ha alcanzado en torno a la mina de La Colosa, esa fervorosa multitud que recorrió las calles también debe ser vista como un emplazamiento popular a las autoridades departamentales y municipales para que rompan todo vínculo con AngloGold Ashanti y su pretensión de explotar la mina.

A partir de este desfile, no tiene ninguna presentación que se sigan recibiendo limosnas de esa firma para financiar actividades culturales y deportivas que igual se realizaban cuando aún no habían pisado tierras del Tolima. Y tal vez por estar asida con mayor vigor al corazón de los tolimenses, la primera institución que debería renunciar a esas migajas es el Deportes Tolima. El señor Camargo debería entender que los afanes de lucro no pueden estar por encima de las conveniencias de la región.

Mil felicitaciones a los organizadores y hacemos votos sinceros para que puedan contar con respaldos más efectivos en sus próximos eventos.

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