Por Nelson Lombana Silva.- Unidades militares adscritas al batallón Caicedo con sede en Chaparral, Tolima, al mando del cabo viceprimero de apellido Moreno, retuvo durante 45 minutos aproximadamente a una delegación internacional y nacional de derechos humanos que hacía presencia el 29 de mayo en el cañón de San José de las Hermosas. En tres oportunidades fueron requisados minuciosamente y en la última, dijo el citado militar que no pasaría hasta tanto no fueran relacionados en los libros militares uno por uno.
Gracias a la presión nacional e internacional que se ejerció una vez se tuvo conocimiento, los agresivos militares permitieron que la delegación continuara la marcha, bien entrada la noche. Esta delegación está integrada por ocho miembros de Estados Unidos, entre abogados, psiquiatras, activistas de derechos humanos y estudiantes. A esta, acompañan: Comité Permanente por la defensa de Derechos Humanos, Reiniciar, Fensuagro, Lazos de dignidad y la asociación de trabajadores campesinos del Tolima, ASTRACATOL.
Heber García Zambrano, miembro de Reiniciar, señaló que en tres oportunidades fueron meticulosamente requisados y obligados a suministrar sus datos personales de cada uno de los participantes, pero que ellos se opusieron. Dijo que gracias al apoyo inmediato y la solidaridad se pudo sortear esta situación y la delegación continuará su itinerario. El 30 de mayo, la delegación hará presencia en el municipio de Rioblanco, para constatar la serie de denuncias que se vienen produciendo por las arbitrariedades que viene cometiendo principalmente la fuerza pública en el marco del nefasto “plan consolidación” en el sur del Tolima.
“Si una requisa o solicitud de esta naturaleza fuera en Suiza o Suecia donde respetan los derechos humanos, pues vaya y venga, pero en Colombia la realidad es bien diferente, por cuanto estamos en un conflicto armado que se ha venido degradando y en el caso del sur del Tolima, está el “plan consolidación”, dijo García Zambrano.
El líder de derechos humanos, señaló con preocupación la suerte de los líderes campesinos que han sido registrados por los militares, pues muchos de ellos han sido asesinados. “Si eso lo hacen los militares con una delegación internacional de derechos humanos, ¿Qué se puede esperar de los campesinos anónimos, sin quien hable por ellos?”
Contrario a la requisa exhaustiva de que fue objeto esta importante delegación, está el tránsito como Pedro por su casa de paramilitares y sicarios a sueldo que vienen asesinando habitantes en el sur del Tolima. Según la personera municipal de Chaparral, en lo que va corrido de este año, son 43 personas las asesinadas en este municipio fuertemente militarizado.
Ibagué, mayo 29 de 2.011
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