La presencia ausente de Juan Carlos Portela

El viernes 25 de marzo se presentó en el auditorio de la música de la universidad del Tolima el cantautor bogotano Andrés Correa, abriendo una temporada de conciertos organizados por la Vicerrectoría de Desarrollo Humano. Hay que decir que la presentación de Andrés y los demás músicos que lo acompañaron fue cálida, íntima y agradable, en una atmósfera de bellas canciones interpretadas con guitarras acústicas, armónica y voces suaves y afinadas, que nos recuerdan esa tradición del género canción, con influencias de la nueva trova, de Luis Alberto Spinetta, Pedro Guerra, entre otros.

Mientras escuchaba cada canción que iba pasando no puede evitar pensar en que Juan Carlos Portela estaba allí presente, invisible, pues se que a él le hubiera encantado tanto como a los que aún en la tierra estábamos allí en cuerpo y alma. Recuerdo bien, sin ser su gran amigo, como sí lo eran supuestamente varios de los que estaban allí, que a él le encantaba cantar (a su manera) este tipo de canciones, recuerdo también que él fue un gran promotor de la cultura en la universidad desde la misma Vicerrectoría que organizó este evento. Creo que hasta Andrés Correa conoció al tristemente fallecido Juan Carlos Portela.

Por ello me extrañó mucho el que éste primer concierto no hubiese sido dedicado a la memoria de este amigo y gestor cultural, porque se que él hubiera estado allí, que habría sido pieza clave de su organización, se que después los hubiera acompañado a tomarse una cerveza y pasar varias horas riendo y conversando. No entiendo por qué no lo hicieron, y creo que no hay pretexto válido que justifique este terrible olvido. Y no hablo de los músicos, ellos dieron sin duda lo mejor de su arte y sensibilidad, hablo de los organizadores de la vaina. ¿Será que no querían entristecer al auditorio? ¿Acaso la celebración no es también acerca de lo que ya no está, así como no lo estaremos todos? Qué falta de memoria, qué exceso de egoísmo, qué evidencia del oportunismo de usar a los demás solo cuando nos sirven a nuestros propósitos individuales.

Por Rodolfo García



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3 Comentarios

Anónimo dijo…
Que buen artículo.

Evidentemente Juan Carlos Portela, seguía la música de Andrés Correa, y Andrés fue otro de los que se entristeció al enterarse de su partida.

Y estoy seguro de que muchos músicos estaríamos orgullosos al hacer parte de un tributo musical para un amigo de semejante talla, no sólo por el amor que tenía con las artes y las letras, sino por la calidad de persona y amigo.

Un abrazo para el Salmón que ya no está con nosotros y para los que siguen nadando contra la corriente.

JCR
Anónimo dijo…
Portelisqui se encuentra en nuestros recuerdos y en muchas de nuestras ideas y pensamientos; porque además de un amigo, siempre fue un camínate de la palabra, siempre discutiendo y comentando lo último que leyó; su análisis sobre la situación o su dura crítica frente al del país, departamento, Ibagué, universidad o incluso de sus propios amigos.

Pero Juan Carlos también impulsaba cosas en lo político cultural y social, sea la ocasión para reconocer que él fue la primera persona que realizo una maratón de cine en la UT y además ayudo a Contra la pared a retomarlas.

Ojala el salmón impulsara este semestre junto con los amigos de contra la pared una maratón en su homenaje con su películas favoritas.

Contra la pared una ventana a la utopía
Salmon dijo…
Amigo Portished, a pesar del infortunio que bifurcó nuestros caminos musicales y culturales, dónde quieras que estés, puedes estar seguro que en este mundo y esta vida seguiremos escuchando el canto azul del gran salmón ¿Lo sabemos los dos? ¿Nunca te preocuparon las conversaciones con los espejos? Tiene más oídos un pescado, decías ¡sin inmutarte! Compañero del alma, compañero: ¡aquí seguimos y seguiremos siempre en el fragor de la lucha o en la quietud de la muerte!

http://www.youtube.com/watch?v=RL_3R-QVLks