Por Nelson Lombana Silva- El comité permanente por la defensa de los derechos humanos en el Tolima es una realidad, pero igualmente, una necesidad ante la constante violación de los derechos humanos en el marco del desarrollo salvaje del capitalismo a través de las multinacionales y transnacionales. Los megaproyectos que se vienen implementando en este departamento no son para el pueblo, son para hacer a los poderosos más poderosos en detrimento de los intereses populares del pueblo.
Un par de ejemplo pueden ilustrar la preocupación: Hay en este departamento cien casos debidamente documentados sobre ejecuciones extrajudiciales, (Falsos Positivos) otro tanto por documentar. La semana pasada estuvo en este departamento una comisión internacional de derechos humanos recibiendo testimonios horripilantes sobre la violación de derechos humanos en el sur del Tolima por parte de los militares en el marco del plan “consolidación” que lidera con tanto entusiasmo el derechista gobernador Oscar Barreto Quiroga.
Además, la violación de los derechos humanos se tipifica o se da por la falta de una adecuada prestación de la salud, la falta de educación, de empleo, de vías de penetración, de propuestas gubernamentales para estimular la producción y la comercialización, lo mismo el espacio democrático para el desarrollo de la personalidad del individuo. “En Colombia no hay democracia”, dijo Nilson Castellanos, estudiante de abogacía.
Ante esta cruda realidad un grupo de líderes de derechos humanos se reunió el día inmediatamente anterior en las instalaciones del edificio de la sociedad de ingenieros tolimenses, con el objeto de estudiar la problemática de los derechos humanos en este departamento y la necesidad de desarrollar el capítulo del comité permanente por la defensa de los derechos humanos.
La reunión estuvo precedida por el compañero Alfonso Castillo proveniente de la ciudad de Bogotá, quien hizo una amplia exposición de la realidad de los derechos humanos en el contexto nacional en el gobierno de la “prosperidad” del presidente Santos y su política uribista de la mal llamada “seguridad ciudadana” y “unión nacional”. “La minería extractiva y el uso de los alimentos como biocombustibles que hacen parte de una de las locomotoras santistas nos debe llamar la atención”, dijo. “El paramilitarismo sigue latente porque hace parte de la estructura del régimen capitalista, sigue cometiendo crímenes, amenazando y desplazando, ahora con el nombre de BACRIM, es decir, bandas criminales”, agregó.
El compañero Castillo también hizo énfasis sobre el movimiento de víctimas de crímenes de estado, MOVICE, que recientemente se realizó en Bogotá el evento nacional, aprobando en su declaración la urgencia de trabajar por la salida política al conflicto social y armado, el acompañamiento oportuno a las víctimas y sus familias, pero también abogar por una reforma agraria integral y no el remedo que viene desarrollando el gobierno nacional.
En ese sentido, el compañero Alfonso Castillo, propuso un movimiento amplio en el Tolima, incluyente, capaz de aglutinar personalidades y organizaciones propias de derechos humanos de las organizaciones sindicales y populares que tienen asiento en esta parte del país. Tener iniciativa, tolerancia y espíritu democrático, capaz de hacer grande el comité permanente de derechos humanos, una organización consecuente y de amplia tradición en el país, con amplio reconocimiento en la arena internacional.
Los asistentes se declararon satisfechos y dispuestos a trabajar en ese sentido, para lo cual se concretó un plan mínimo de trabajo.
Ibagué, marzo 17 de 2011
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