No a una Consulta Popular Tramposa. No A Un Populismo De Derecha Totalitario.
Por Henry Llanes.
A través de una comisión de tres adláteres, el régimen de Correa quiere llevar al Ecuador a un régimen totalitario, bajo el criterio de que siendo jefe de Estado, es la vez el jefe de todas las funciones del Estado y de los organismos de control.
Correa está confundido, cree que ser jefe de Estado o de gobierno, significa ser el jefe de las otras funciones del Estado y de los organismos de control; cree que estas funciones del Estado están bajo la égida de la función ejecutiva. Esto no es democracia, esto es totalitarismo.
La esencia de la democracia se caracteriza por la división de poderes, por el equilibrio de poderes, en los que, la función legislativa es la principal función del Estado, en su seno se congrega la mayor representación política del soberano, del pueblo. El parlamento surgió en oposición al Estado monárquico, al Estado que se encarnaba exclusivamente en el Rey, en el monarca.
En el Estado monárquico, el soberano era el Rey y no el pueblo; la ley surgía por exclusiva voluntad del Rey; el poder lo ejercía una sola persona, su sola voluntad se imponía sobre pueblo.
En un régimen democrático, es verdad que el Presidente de la República es el jefe de Estado o de gobierno, pero eso no significa que tiene capacidad de mando sobre las otras funciones del Estado y de los organismos de control; estos organismo del Estado no tienen un carácter subalterno frente a la función ejecutiva.
Lamentablemente, en las últimas décadas del siglo XX, los regímenes neoliberales, de derecha, fortalecieron el régimen presidencialista, de carácter autoritario, con el fin de que se consoliden sus intereses económicos y políticos; algunos de ellos se propusieron controlar la justicia para liberar sus culpas y perseguir a sus opositores, convirtieron a la justicia en un instrumento de represión política, como fue el caso de Fujimori en Perú.
Correa quiere imponer un régimen totalitario, para lo cual se quiere aprovechar de la enorme inseguridad ciudadana que está viviendo la gente, inseguridad que se ha incrementado en este régimen en proyección geométrica; quiere aprovecharse del dolor de la gente por la muerte de sus seres queridos (producto del crimen y del secuestro) y del nerviosismo ante la ola imparable de crímenes, robos, narcotráfico y secuestro. Correa quiere aprovecharse de este desbarajuste para llevar al Ecuador a un régimen totalitario; para ello quiere conformar una comisión de tres adláteres para que lleven a la práctica sus intenciones políticas, sus prácticas populistas de derecha.
Recién, a los 4 años de mandato, Correa se acuerda de la seguridad ciudadana, cuando de este terrible mal debió preocuparse desde el primer día de su mandato. En este período, muchas personas han sido víctimas de los más execrables crímenes, robos y secuestros.
Sobre la inseguridad ciudadana, el régimen de Correa tiene directa responsabilidad; de sus manos surgió la iniciativa de indultar a delincuentes involucrados en el tráfico de drogas. Con la defensoría pública creada en la Constitución de Montecristi, y con el dinero del pueblo, del soberano, ha liberado a más de 10 mil delincuentes bajo el argumento de que muchas personas estaban en la cárcel sin que se les haya aplicado sentencia.
Durante 4 años, el régimen de Correa no ha desarrollado políticas públicas en apoyo de la seguridad ciudadana, mas bien ha actuado en sentido contrario; durante su mandato desarticuló a los grupos de seguridad y de inteligencia de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas; los principales líderes de estos organismos del Estado fueron expulsados de la institución armada bajo el argumento de que eran agentes de la CIA norteamericana; el régimen desarrolló un discurso, de que los ricos querían que los pobres se pudran en la cárcel; el Presidente Correa directamente tumbó las paredes de una cárcel en la provincia de Esmeraldas bajo el argumento de que era muy denigrante.
Por qué Correa no le pregunta al pueblo ¿si está o no de acuerdo, que los criminales maten a la gente? ¿si está o no de acuerdo con el narcotráfico, con el secuestro, con el robo? ¿si está o no de acuerdo, que el régimen saque de la cárcel a los criminales sin que respondan por sus culpas? ¿por qué a los 4 años de mandato, recién el régimen se acuerda de controlar a los invasores de tierras, a las cochinerías? Si algunos de sus miembros han sido parte del movimiento político de gobierno.
En vez de construir nuevos hospitales, nuevas escuelas y generar fuentes de trabajo y empleo, se quiere gastar nuevamente decenas de millones de dólares en una nueva consulta popular, en publicidad electoral y proselitismo político, tal como lo ha hecho en los cuatro procesos electorales anteriores. Sobre estos enormes gastos económicos, el Presidente de la República, hasta la actualidad no ha rendido cuentas al los mandantes, al pueblo, como es su obligación constitucional y democrática.
Hay que conformar un frente político de unidad nacional para evitar que se constituya un régimen totalitario. Hay que votar NO en la consulta popular tramposa.
Por Henry Llanes.
A través de una comisión de tres adláteres, el régimen de Correa quiere llevar al Ecuador a un régimen totalitario, bajo el criterio de que siendo jefe de Estado, es la vez el jefe de todas las funciones del Estado y de los organismos de control.
Correa está confundido, cree que ser jefe de Estado o de gobierno, significa ser el jefe de las otras funciones del Estado y de los organismos de control; cree que estas funciones del Estado están bajo la égida de la función ejecutiva. Esto no es democracia, esto es totalitarismo.
La esencia de la democracia se caracteriza por la división de poderes, por el equilibrio de poderes, en los que, la función legislativa es la principal función del Estado, en su seno se congrega la mayor representación política del soberano, del pueblo. El parlamento surgió en oposición al Estado monárquico, al Estado que se encarnaba exclusivamente en el Rey, en el monarca.
En el Estado monárquico, el soberano era el Rey y no el pueblo; la ley surgía por exclusiva voluntad del Rey; el poder lo ejercía una sola persona, su sola voluntad se imponía sobre pueblo.
En un régimen democrático, es verdad que el Presidente de la República es el jefe de Estado o de gobierno, pero eso no significa que tiene capacidad de mando sobre las otras funciones del Estado y de los organismos de control; estos organismo del Estado no tienen un carácter subalterno frente a la función ejecutiva.
Lamentablemente, en las últimas décadas del siglo XX, los regímenes neoliberales, de derecha, fortalecieron el régimen presidencialista, de carácter autoritario, con el fin de que se consoliden sus intereses económicos y políticos; algunos de ellos se propusieron controlar la justicia para liberar sus culpas y perseguir a sus opositores, convirtieron a la justicia en un instrumento de represión política, como fue el caso de Fujimori en Perú.
Correa quiere imponer un régimen totalitario, para lo cual se quiere aprovechar de la enorme inseguridad ciudadana que está viviendo la gente, inseguridad que se ha incrementado en este régimen en proyección geométrica; quiere aprovecharse del dolor de la gente por la muerte de sus seres queridos (producto del crimen y del secuestro) y del nerviosismo ante la ola imparable de crímenes, robos, narcotráfico y secuestro. Correa quiere aprovecharse de este desbarajuste para llevar al Ecuador a un régimen totalitario; para ello quiere conformar una comisión de tres adláteres para que lleven a la práctica sus intenciones políticas, sus prácticas populistas de derecha.
Recién, a los 4 años de mandato, Correa se acuerda de la seguridad ciudadana, cuando de este terrible mal debió preocuparse desde el primer día de su mandato. En este período, muchas personas han sido víctimas de los más execrables crímenes, robos y secuestros.
Sobre la inseguridad ciudadana, el régimen de Correa tiene directa responsabilidad; de sus manos surgió la iniciativa de indultar a delincuentes involucrados en el tráfico de drogas. Con la defensoría pública creada en la Constitución de Montecristi, y con el dinero del pueblo, del soberano, ha liberado a más de 10 mil delincuentes bajo el argumento de que muchas personas estaban en la cárcel sin que se les haya aplicado sentencia.
Durante 4 años, el régimen de Correa no ha desarrollado políticas públicas en apoyo de la seguridad ciudadana, mas bien ha actuado en sentido contrario; durante su mandato desarticuló a los grupos de seguridad y de inteligencia de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas; los principales líderes de estos organismos del Estado fueron expulsados de la institución armada bajo el argumento de que eran agentes de la CIA norteamericana; el régimen desarrolló un discurso, de que los ricos querían que los pobres se pudran en la cárcel; el Presidente Correa directamente tumbó las paredes de una cárcel en la provincia de Esmeraldas bajo el argumento de que era muy denigrante.
Por qué Correa no le pregunta al pueblo ¿si está o no de acuerdo, que los criminales maten a la gente? ¿si está o no de acuerdo con el narcotráfico, con el secuestro, con el robo? ¿si está o no de acuerdo, que el régimen saque de la cárcel a los criminales sin que respondan por sus culpas? ¿por qué a los 4 años de mandato, recién el régimen se acuerda de controlar a los invasores de tierras, a las cochinerías? Si algunos de sus miembros han sido parte del movimiento político de gobierno.
En vez de construir nuevos hospitales, nuevas escuelas y generar fuentes de trabajo y empleo, se quiere gastar nuevamente decenas de millones de dólares en una nueva consulta popular, en publicidad electoral y proselitismo político, tal como lo ha hecho en los cuatro procesos electorales anteriores. Sobre estos enormes gastos económicos, el Presidente de la República, hasta la actualidad no ha rendido cuentas al los mandantes, al pueblo, como es su obligación constitucional y democrática.
Hay que conformar un frente político de unidad nacional para evitar que se constituya un régimen totalitario. Hay que votar NO en la consulta popular tramposa.
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