LA MIRADA DEL FRANCOTIRADOR (07-09-94)


Las presentes líneas están dirigidas a Norma Patricia Galeano, luchadora política y estudiante de Ciencias Sociales asesinada por efectivos del ejército colombiano el SIETE DE SEPTIEMBRE DE 1994 dentro de las instalaciones de la Universidad del Tolima.


LA MIRADA DEL FRANCOTIRADOR


Recuerdas la repetición de calor

cercano a mi corazón,

el sendero con luz roja

deseoso de mis signos vitales,

recuerdas su recorrido fúnebre.


En la distancia;

recuerdas la dermis temblorosa,

mis manos cerradas,

impotentes ante el terror del acero.


Recuerdas los respiros pausados,

la voz entrecortada

por el terror y el miedo...


recuerdas la angustia y el llanto.

Recuerdas la dantesca comunión,

lágrimas y sangre....

hasta que la muerte los separe.


Recuerdas el agujero rojo,

el olor a pólvora maldita,

la silueta blanca sobre la acera.


Recuerdas la mirada fría y perdida,

las lágrimas colectivas,

los sueños aplazados,

las familias destrozadas.


Recuerdas el último suspiro,

la última mirada,

el próximo ángulo de tiro.

¿Lo recuerdas?


¡Deberías recordarlo!

- Eres mi restante memoria -


Deberías no olvidarlo

porque nunca dudaste ...

en sostener la muerte en el gatillo.


Deberías recordarlo

–¡Maldito cafre!-

porque perdí la vida

ante la precisión de la ira.


Deberías encontrarme,

en todos los lugares...

pero con más precisión

al mirar el firmamento.


Soy una estrella roja

esperando manchar el cielo con alegría,

- y vos -

deberías encontrarme,

porque aún estoy dormida,

eternamente dormida.


Metamorfeo


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1 Comentarios

Anónimo dijo…
Al descubierto y maltratadas:
puras
como las flores
que nacen envueltas
por el humo de la guerra...
Saben sacudírselo
con leves respingos
de pétalo y polen.

Cuando la mataron, yo no supe. Ahora lo sé, y me parece que ayer cometieron la barbarie.

A Norma, que quiso saltarse la injusta norma.

La mujer está soñando
con un hijos lejos,
lo ve correr, huir, llorar,
y no llega
nunca
a su regazo.

La mujer que está soñando
tiembla,
pero a veces llora y ríe.
Por sus ojos asoman
muchas ilusiones tristes.

La música de las cigarras
entre chirridos dice
que en el 94 hubo
aumento del llanto,
hombres en cascarones negros
y enfadados,
y un ¡pum! doloroso
que para siempre
durmió a la mujer que está
soñando.
Y si por el treinta dos
vagan sus pasos,
no olviden que,
letra por letra,
su firma gigantona
es un innegable canto de rechazo.

Argelolo. Universidad del Tolima y las voces que necesitamos.