Nicolàs Neira: Quien escuche y sienta, sea libre y venga

NOTA DEL PADRE: Amigos llevaba 1710 días o 41.039 horas preocupado por el silencio administrativo, no es que este conforme con la resolucion de la procuraduría ya que faltan 81 miembros del esmad por ser destituidos y judicializados por el Estado colombiano.

Lo anterior no es porque la justicia brille por su prontitud y sapiencia + bien es por es GRAN ESFUERZO DE TOD@S USTEDES QUE A BIEN HAN TENIDO ACOMPAÑARME GUIADOS DE LA MANO, SABIDURIA Y EXPERIENCIA DE LOS ABOGADOS.

MIL GRACIAS A TOD@S.

Posd: Nicolas tambien esta Navidad te extrañe y te pense bastante, como siempre te veo en cada una de las personas y en especial de los jovenes que me acompañan. Nico espero que en estos 1710 dias estes anarkisando el cielo. Un beso.

Profundamente,

YURI ENRIQUE NEIRA SALAMANCA



http://elespectador.com/noticias/judicial/articulo180315-muerte-de-nicolas-neira-motiva-destitucion-de-agentes-del-esmad

NICOLÁS NEIRA 1620 Días de Impunidad

Entrevista al padre (Bogotá, octubre 05 de 2009)

El 1 de mayo de 2005 cayó asesinado por el ESMAD Nicolás Neira, un estudiante de 15 años, quien apoyaba la marcha de los trabajadores. Su padre, Yuri Neira, ha tenido que afrontar desde aquél día una terrible persecución del Estado colombiano por averiguar la verdad de lo ocurrido y porque sigue denunciando con vehemencia los atropellos y abusos de autoridad por parte de la Policía Nacional.

Julio: El asesinato de Nicolás Neira ocurrió el 2005, ¿en qué va la investigación de éste proceso judicial?

Yuri: Desde su asesinato, hace 1620 días, se inició la denuncia ante las autoridades respectivas. Los autores materiales recaen en la Policía Nacional, pero sólo hasta hace cuatro meses comenzó la investigación. El proceso ha pasado de Fiscalía en Fiscalía. Primero la Unidad de Vida, luego la Justicia Penal Militar, la cual dijo que eso no le correspondía. Se decidió que la justicia ordinaria debía seguir con el caso. El expediente fue de lado a lado hasta que llegó al Fiscal Mario Iguarán, quien lo trasladó a la Unidad de Derechos Humanos, Fiscalía 53. Después de 4 años empieza el caso. La Procuraduría expresa en un borrador que los autores son la Policía Nacional, hasta el momento hay un capitán y un subteniente investigados. En este expediente se ve como el noventa por ciento de los policías que llaman a declarar dicen mentiras.

J: ¿Hay imágenes, un registro fotográfico, ó testigos que puedan comprometer a miembros del Esmad en el asesinato de Nicolás?

Y: Ese día las cámaras del Estado en ese punto se dañaron. Hubo una película de un contacto que me hicieron un mes después de los hechos, pero una persona se hizo pasar por mí y se llevaron la película. Hay una foto, la que cargo en el pendón, esa foto la tomó un ciudadano nacionalizado canadiense cuando a Nicolás lo estaban golpeando unos policías. Ahí se ve cuando Nicolás está en el suelo. Este testigo me dio sus datos y las fotos, también se ofreció para declarar en la embajada de Colombia en Canadá, pero hasta el momento no lo han llamado a declarar. Después del entierro de Nicolás, le llegó el DAS a la casa y lo deportaron, le cancelaron el pasaporte como persona no grata y chao. Ahora este testigo no puede volver al país fácilmente. Otro testigo que fue asesinado apareció como un caso de delincuencia común. Solo quedan tres testigos.

J: Ud. ha sido víctima de un crimen de Estado, no sólo por lo de Nicolás sino por la persecución a la que se ha tenido que enfrentar. ¿Cómo ha sido su vida desde ese 1 de mayo?

Y: Me cambió totalmente la vida, yo trabajaba en una empresa de seguros, con lo de Nicolás mi vida gira 180 grados y me dedico a derechos humanos. Eso me ha traído 24 detenciones arbitrarias de la Policía. Un teniente Palacio en la calle 84 con 15 me hizo subir a la patrulla, me dio un paseo por los cerros, le pregunté para dónde me llevaba, y contestó: “como usted no nos cuenta nada, nosotros tampoco”. En un solo día me requisaron once veces. Como si fuera poco, otro día me detuvieron porque llevaba unas gotas bioenergéticas, y decían que eso era altamente explosivo. En medio de esto vienen 4 atentados. Llegando a la casa desde un carro, un tipo con revólver me dice: “usted está hablando mucha mierda”, me señala, de pronto por la gente no pasó nada. El segundo fue en la 72 con 13, dos tipos me muestran el revolver, yo levanté las manos y les dije: “de aquí no me muevo, me pueden matar aquí mismo” y los tipos desaparecieron. El tercero fue llegando a la casa, un tipo de una moto hizo tres disparos, y el último fue 24 horas después del allanamiento a la Casa Cultural Salmón.

J: ¿Cómo fue lo de su exilio a Brasil, por qué decidió regresar a Colombia?

Y: Después del cuarto atentado me tocó irme unos meses al Brasil, estando allá me enteré del caso de tres jóvenes menores de edad que fueron quemados en un CAI en Bogotá, y nos dicen terroristas a nosotros por denunciar estos hechos. Decidí devolverme, a pesar de que a nadie le gustó la noticia por el riesgo a ser asesinado. Les dije que si me pegan un tiro en Colombia estoy con mi gente, en mi casa, en mi terreno, con mis amigos, es que allá estaba solo y muriéndome lentamente, y esa no es la lucha, la lucha es estar acá en Colombia. Es tan fácil hablar desde el otro lado, pero es tan verraco ponerse uno al frente de las cosas y decir no más, no aceptemos esas cosas.

J: ¿Cómo están las condiciones de su seguridad en este momento?

Y: Se supone que gozo de medidas de protección: una camioneta y dos agentes del DAS. Pero como decía Piedad Córdoba: “uno no tiene escoltas sino espías”. Dije que no aceptaba esto porque me niega muchas cosas y de paso estoy vendiendo a mi gente, con quien yo charle lo están fichando. Ahora me dicen que no me garantizan protección así como ando. Yo asumo el riesgo, todo por la búsqueda de la verdad de lo que pasó con Nicolás. Y si averiguar la verdad implica que me disparen nuevamente, pues que así sea. Yo sigo en la campaña contra la brutalidad policial y el desmonte del Esmad. Sin embargo temo por mi vida, porque ya sé que la Policía directamente no me va a asesinar con otro atentado, pero sí lo van a pasar como un falso positivo, inventando que por robarme el celular me dieron 3 puñaladas.

J: ¿Cómo fue el suceso del allanamiento a la Casa Cultural Salmón?

Y: Ese día llegaron agentes del DAS y la Policía, rompieron chapas y puertas, levantaron el piso de la cocina buscando explosivos, trajeron carros y perros antiexplosivos, no encontraron ni cuchillos porque se habían prestado para una olla comunitaria. La fiscal que ordenó el operativo llegó al sitio, o sea que es juez y parte, por eso está denunciada. Ese día se hicieron presentes el Movice, Iván Cepeda, Bruno Díaz, el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, organizaciones juveniles, y medios de comunicación que registraron este allanamiento ilegal. El Estado tiene miedo de que los jóvenes piensen y se organicen, los llaman terroristas porque reclaman una educación de calidad, rechazan el servicio militar obligatorio y porque están visibilizando el cierre de universidades y hospitales.

J: ¿Cómo nace la Casa Salmón Cultural y qué reivindica de este espacio de participación y activismo juvenil?

Y: A los cien días del asesinato de Nicolás hice el primer pendón. Me invitaron unos jóvenes a una casa llamada la Casa del Árbol, en donde encontré gente que habla de reivindicaciones, derechos, movilización social, y lo que pasó con Nicolás. Son jóvenes políticamente formados. En ese lugar conocí el colectivo Creaxión Espacio con quienes trabajamos. En otra parte había un combo que se llamaba Salmón Cultural y estaban pidiendo esa casa, la tomamos en arriendo y empezó un proceso. La Casa es un espacio para el encuentro de alternativas culturales, una apuesta política articulada por varios combos. Allí se trabaja con niños de Ciudad Bolívar, recolectamos comida para recibir gente de otras partes, apoyamos eventos, se programan reuniones, foros, cine club, conciertos y también se ha gestado la participación en: la Marcha del Hambre, la lucha por los corteros, los afrodescendientes, las mujeres, la Minga Indígena, en fin, gestionamos y pensamos muchas causas.

J: ¿Cómo percibe la movilización y la solidaridad de la gente para acompañar esta lucha tan justa, pero tan riesgosa?

Y: Ha sido bastante buena, se han hecho movilizaciones, la gente recuerda mucho a Nicolás, los muchachos hacen esténciles de Nicolás, le hicieron una placa, hay apoyo de varias organizaciones como la Fundación Manuel Cepeda, universidades, y jóvenes que han ayudado mucho. Lo que pasa es que también hay mucho miedo, lo que hicieron con Nicolás fue una demostración de barbarie, y están mandando un mensaje diciendo que les puede pasar lo mismo. Entiendo ese miedo y me preocupo, no aguantaría otro asesinato por Nicolás. Los amigos de Nicolás acaban de conmemorarle este 9 de octubre su cumpleaños. Es muy bueno que se acuerden de Nicolás, yo debo hablar por tantos estudiantes caídos, ése es el deseo de Nicolás.

J: ¿Cómo analiza esta realidad de violencia e impunidad que históricamente ha padecido nuestro país?

Y: Impunidad amparada por todos los entes de control y organismos del Estado. Me refiero a la Fiscalía, la Procuraduría, a la Defensoría del Pueblo, a la Alcaldía de Bogotá, porque Lucho Garzón no quiso hacer nada cuando ocurrió la muerte de Nicolás. Estos entes me dicen “ahí le estoy colaborando”, y yo les digo que no necesito que me colaboren sino que hagan su trabajo. Lo mismo a La Policía, el DAS, el CTI. Hay un grave problema de impunidad, es una política de Estado. Los entes de control se encubren entre ellos mismos. La Policía cuida al fiscal y el fiscal le hace pasito a su vez porque sabe que la Policía es la que los está cuidando, se tapan unos con otros. Yo busco la verdad, porque sé que en este país no hay justicia.

Por Julio Cortés. juliaocortes@yahoo.com.ar

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