Ernesto Guevara, el pueblo se prepara - Entrevista a Michael Löwy




Entrevista a Michael Löwy, uno de los primeros estudiosos del pensamiento del Che Ernesto Che Guevara. Sombras y luces de una memoria siempre presente.

Michael Löwy es director de investigación jubilado del CNRS, ha publicado varias obras sobre el marxismo, la teología de la liberación, Kafka y Walter Bejamin. Publicó La Pensée de «Che» Guevara: un humanisme révolutionnaire, ed. Maspero, en 1970, reeditada por la editorial Syllepse, París, en 1997 y entre sus últimas obras (con Olivier Besancenot), Che Guevara. Une braise qui brûle encore, Mille et une nuits, 2007.



Imagen del Che y su memoria en Francia

Nadie puede negar que en la actualidad la imagen del Che se ha convertido en un fenómeno comercial, sin embargo, ¿cree que eso tiene aspectos positivos? ¿Qué piensa de películas como la de Soderbergh (1) que juegan en un doble aspecto: la voluntad de que el gran público descubra al Che y que al mismo tiempo produzcan beneficios?
No podemos hablar de aspectos positivos, se trata simplemente del síntoma de un interés, de una simpatía, de una atracción que no siempre es muy política, pero que existe y da testimonio de algo. Eso no tiene aspectos positivos ni negativos, pero es interesante porque manifiesta un cierto estado de ánimo, sobre todo entre los jóvenes.

Con respecto a las películas de Soderbergh, éstas se rigen por las leyes del beneficio, como todo el cine. No son muy políticas. Se concentran en la faceta del combatiente heroico, el mito, la biografía. Sin embargo, la lucha y los retos políticos de la vida del Che se abordan de una forma muy limitada. Esos son los límites de la película. Al mismo tiempo, vemos que el cineasta simpatiza con el Che, y una vez más el punto más interesante de la película es sobre todo su éxito, que de nuevo indica un interés del público por saber más sobre el Che, por conocer mejor su biografía. Este aspecto es un auténtico síntoma representativo de una cierta manifestación pero sigue siendo superficial. La película en sí misma no es mala, pero no es muy profunda.

Su último libro (2) sobre el Che Guevara, ¿puede ser un despertador de la conciencia? ¿Y quiénes son los destinatarios? ¿Los jóvenes, la clase política? En realidad no está destinado a la clase política, sino a todas las personas que se politizan, que se interesan, jóvenes o menos jóvenes, ¿Que si es un despertador de conciencia?

Las personas que compran el libro ya tienen una conciencia, si no la tuvieran no harían nada o, como mucho, comprarían una camiseta. El libro puede ayudarles a profundizar esa conciencia, a conocer mejor los desafíos políticos más allá de la biografía, más allá de lo que hace Soderbergh. El libro puede desempeñar ese papel de ayudar a dar un paso más en el conocimiento del mensaje del Che, un mensaje revolucionario, anticapitalista, un socialismo diferente. Nos gustaría que las personas que lo lean quieran traducir esas ideas a la práctica, y esperamos que quieran comprometerse políticamente, que militen en los movimientos sociales, en el «Nuevo Partido Anticapitalista». Pero no hay una relación directa entre el libro y una práctica política.


Reinterpretación de la imagen del Che


En el Che Guevara hay aspectos que si se malinterpretan pueden suscitar contradicciones, como es el caso de su autoritarismo. ¿Se puede explicar, sin embargo, por las condiciones extremas de la guerrilla?
No creo que se trate únicamente de la guerrilla. El aspecto autoritario está presente en el Che, sobre todo al principio, porque una parte de su formación política se hizo en el movimiento comunista estalinista. En algunos de sus textos, cuando era muy joven, escribió «viva Stalin», eso demuestra que aceptaba, hasta cierto punto, esa visión autoritaria de la política que era la del movimiento comunista estalinista. Al principio admiraba la Unión Soviética, admiraba el campo socialista y los consideraba un modelo a seguir.


Sin embargo, muy pronto muestra una sensibilidad antiburocrática, radical contra los privilegios. Desde el principio, y de forma creciente, es sensible a la cuestión de la libertad de expresión, de opinión. Afirmó que las divergencias no se arreglan a porrazos. No creo que la guerrilla fuese la causa esencial, aunque pudiese reforzar ciertas prácticas del mando. Son los límites de su formación política, pero muy pronto el autoritarismo cedió el paso a esa sensibilidad democrática radical, antiburocrática, igualitaria. Fidel Castro ha experimentado la misma evolución. Antes de empezar la guerrilla se definía como jacobino, y también tenía ese aspecto autoritario. La guerrilla pudo reforzarlo pero no era el punto de partida.


Reescritura ideológica de la memoria del Che


¿Cómo se puede explicar que la memoria del Che, que desapareció durante muchos años, se redescubra ahora? ¿Significa que el Che va más allá del icono romántico? ¿En Europa se le considera un auténtico teórico marxista?
La memoria del Che nunca desapareció totalmente, siempre ha estado presente, a veces un poco marginada. Podemos decir que ha sufrido la curva ascendente y descendente del estado de ánimo, de la conciencia, de la lucha revolucionaria en el mundo. Primero conoció un gran auge en los años 60-70, después un declive en los 80 con el punto más bajo en 1991, con el «fin de la historia», de la utopía, la muerte de Marx, el fracaso de los sandinistas (11), la anunciada disolución de la Unión Soviética. Pero, muy rápidamente, la imagen del Che vuelve al primer plano cuando resurgen las ideas radicales anticapitalistas y revolucionarias. Y no es por casualidad que el primer movimiento que relanzó una dinámica radical, utópica y revolucionaria fueran los zapatistas en 1994. Éstos se formaron en el guevarismo, por lo tanto es lógico que empiece un nuevo ciclo radical con el guevarismo.


Sin embargo para la mayoría de las personas, incluso las que le tienen simpatía, el Che continúa siendo el icono, es decir, que conocemos muy pocos elementos de su biografía; el hecho de que alguien tenga la valentía de dejar su puesto de ministro para relanzar la lucha revolucionaria impresiona porque es un comportamiento insólito en los altos cargos políticos. Existe ese lado romántico que suscita la simpatía. Películas como las de Soderbergh contribuyen a extender esta imagen, pero su pensamiento se conoce mucho menos. Están las obras publicadas, los libros, pero se difunden mucho menos. En la medida en que aparece un interés renovado por la teoría marxista, la gente va a interesarse por leer los escritos del Che; la gente se interesará y se fijará en ese aspecto.


Quienes conocen América Latina, los que han seguido la historia del pensamiento en América Latina, consideran al Che un pensador marxista, pero la mayoría de la gente, incluso quienes le tienen simpatía, le consideran y le ven como el guerrillero heroico. En este aspecto hay que trabajar para mostrar al público que era un pensador marxista interesante, innovador. Por otra parte, éste es el objetivo del libro.


La figura del Che en la actualidad, ¿no podría haberse vuelto apolítica, por encima de las divisiones políticas? (Entre ciertos líderes trotskistas hay quienes afirman que el Che era trotskista. ¿Por qué asistimos a este intento de apropiación? ¿No se trata, finalmente, de una idea que limita la aportación del Che?
Cuando existe un personaje tan popular, todo el mundo intenta apropiárselo. Dicho esto, si tomamos seriamente sus escritos, podemos ver que no era estalinista, quizás muy al principio, pero después se disoció del estalinismo. En las notas sobre el manual soviético trata a Stalin de criminal, no le hacía ninguna ilusión. Tampoco fue trotskista, su idea de la revolución permanente no la descubrió leyendo a Trotski (12), sino a través de su propia experiencia como les pasó a otros, a Mariatégui (13), por ejemplo, que por otra parte la denominaba «revolución ininterrumpida». Al principio, el Che no conocía los escritos de Trotski, no se sentía demasiado atraído por los trotskistas cubanos, que eran un poco delirantes y aparecían en una corriente vinculada a Posadas. Después empezó a descubrir los escritos de Trotski y encontró que había cosas interesantes. Cada vez se interesó más, y la prueba es que partió a la guerrilla boliviana con las obras de Trotski, porque las consideraba importantes. Hay un cuaderno de notas que requisaron los militares todavía inédito, salvo en italiano curiosamente, en el que hay numerosas notas sobre los escritos de Trotski. En resumen, no podemos decir que se convirtió en trotskista pero tuvo un interés creciente por él.


Guevara es un personaje del que no se puede apropiar ninguna corriente: ni maoísta, ni trotskista, ni estalinista, y mucho menos socialdemócrata. Era guevarista, era él. Tenía su propio pensamiento autónomo, que en determinados aspectos puede estar próximo a tal o cual corriente. Su pensamiento político no se puede identificar con ningún movimiento tradicional de la izquierda europea internacional.


Actualidad del socialismo guevarista: ¿Qué continuidades?


En la actualidad el capitalismo se tambalea… ¿La reflexión guevarista podría ser el punto de partida de una nueva alternativa socialista en América Latina?
El pensamiento político de Guevara no puede ser el punto de partida del nuevo socialismo de América Latina. Puede contribuir, ya contribuye a la reflexión y a la acción para una nueva alternativa socialista. Muchos de los que están en el proceso de lucha por una alternativa socialista, la que ahora denominan «el socialismo del siglo XXI» en América Latina, tienen referencias en el Che, bien sea el EZLN (14), Evo Morales (15), Hugo Chávez (16) o Rafael Correa (17). Pero van más allá de lo que era el movimiento guevarista, que persiste, pero de forma marginal.


El antiguo movimiento aún permanece de alguna manera en Argentina. En Colombia sigue existiendo un movimiento guerrillero guevarista. En Chile están intentando reconstruir el MIR. También hay personas que se autoproclaman guevaristas de forma más directa, pero se trata de movimientos un tanto marginales. Algunas fuerzas importantes, por ejemplo el MST (18) brasileño, se identifica con Guevara, no es un movimiento guevarista pero para ellos el Che es una inspiración muy presente, uno de sus iconos, porque descubrió la importancia del campesinado en la lucha, porque quería acabar con el imperialismo, porque era anticapitalista. Es una referencia fundamental, mientras que en los años 60-70 Guevara era sobre todo una referencia para los movimientos guerrilleros que querían copiar el modelo cubano. En la actualidad son otros aspectos del Che-héroe los que movilizan, tomamos su figura de una manera más general. El Che es más que una táctica, que una estrategia de lucha, que la guerra de guerrillas, es más que un «foco rural» (19); es la encarnación de una revolución, de una lucha revolucionaria sin concesiones contra el capitalismo, el imperialismo. La cuestión del socialismo era fundamental para el Che y para las personas que se identifican con él y se reivindican como sus herederos. El Che decía: «No hay otra revolución que hacer, o revolución socialista o caricatura de revolución» Es una idea que está muy presente en esos movimientos en América Latina.


En relación con el altermundismo, ¿hay una continuidad del Che? ¿Se puede decir que el altermundismo es el auténtico heredero de Guevara y encarna la renovación de la lucha política?
El altermundismo es muy importante, hay continuidades del Che en la izquierda del movimiento, pero el altermundismo es un movimiento muy amplio, muy heterogéneo, muy largo, en el que existen corrientes más o menos reformistas que todavía creen en la existencia de un capitalismo keynesiano reformado; también están las corrientes anticapitalistas y, entre ambas, la gente que duda. Hay una unidad contra el neoliberalismo y cada vez más contra el capitalismo. En el último Foro Social Mundial, en Belem (22), los documentos procedentes de la asamblea de los movimientos sociales y de las asambleas temáticas (indígenas, mujeres…), todos se pronunciaron en un sentido anticapitalista, es lo que predomina. El Che es una referencia importante, hay una continuidad en la sensibilidad anticapitalista, un interés antiimperialista, el socialismo, el papel de los campesinos. Incluso si dicha referencia se encuentra sobre todo entre los latinoamericanos.


Al mismo tiempo existen diferencias, el movimiento es mucho más amplio. La guerrilla no es un partido político, sino un lugar de encuentros y debates. Hay que decir, como mínimo, que la dinámica del Che era tercermundista, aunque reconocía la importancia de las luchas en Europa. Su preocupación era sobre todo tercermundista, el espíritu de la Tricotinental; su último documento es la carta a la Tricontinental dirigida a los combatientes de África, Asia y América Latina, y corresponde a la situación de los años 60. En la actualidad, el altermundismo es intercontinental; por otra parte, ya en 1996, el zapatismo convocó una conferencia que no era tricontinental, sino intercontinental, e incluso «intergaláctica», porque había estadounidenses y europeos… Estamos, por lo tanto, en una nueva dinámica que ya no es el apoyo de los europeos u otros a las luchas tercermundistas, sino que se trata de una convergencia de luchas contra los enemigos comunes: la OMC (Organización Mundial del Comercio), el FMI (Fondo Monetario Internacional), las multinacionales o el imperialismo estadounidense. Este movimiento, esta fuerza, es muy interesante porque es lo nuevo del altermundismo.


¿Che Guevara puede ser un auténtico referente político e ideológico para el siglo XXI?
Sin duda, pero no el único. Trotski tampoco. En el siglo XXI no tiene sentido ser un trotskista puro y duro o un guevarista ortodoxo. El socialismo del siglo XXI, necesariamente, tiene que ser un producto de la pluralidad, de enriquecimiento por las aportaciones de las diversas tradiciones: trotskismo, guevarismo, tradición libertaria, la Comuna de París... Existen numerosas referencias a las que hay que añadir los movimientos sociales, que no están escritos en el marxismo: el movimiento feminista, el movimiento indígena… Varios de esos movimientos son muy interesantes y debemos aprender de ellos, no sólo impartirles lecciones. El socialismo del siglo XXI debe salir de todo eso, de ese caldo de cultivo. Guevara es un condimento indispensable, da el sabor, pero no es el único ingrediente. Es un pilar necesario si queremos construir ese nuevo edificio.


La gente en general se interesa más por el aspecto espectacular y personal del Che. Pero los que se interesan por el pensamiento marxista deben tomar nota del hecho de que Guevara es un importante pensador marxista y no quedarse en la imagen del guerrillero heroico…


Notas:
(1) Steven Soderbergh: realizador estadounidense. En 2008, su díptico sobre el Che se presentó en el festival de Cannes. La primera película, Che el argentino, cuenta el último año de la revolución cubana, 1958, y se detiene en 1964, en la conferencia de la ONU. La segunda película, Guerrilla, narra el último combate de Che Guevara y su fracaso durante la guerrilla boliviana en 1967.


(2) Olivier Besancenot, Michael Lowy, Che Guevara, une brise qui brûle encore, Mille et une nuits, París, 2007.


(3) JCR: Juventudes Comunistas Revolucionarias (vinculadas a la IV Internacional)


(4) Daniel Bensaid: filósofo marxista y cofundador de la Liga Comunista en Francia. En la actualidad miembro del Nuevo Partido Anticapitalista.


(5) Jeannette Habel: politóloga y profesora universitaria (Institut des hautes études d’Amerique latine), especialista en Cuba. Durante mucho tiempo militó en la JCR y después en la Liga Comunista Revolucionaria.


(6) Régis Debray: escritor y filósofo francés que participó en la guerrilla boliviana donde fue capturado y estuvo preso de 1967 a 1971.


(7) UMAP: Unidad Militar de Ayuda a la Producción, campos de trabajo que existieron en Cuba de 1965 a 1968.


(8) La Cabaña: fortaleza de La Habana construida en 1763 que sirvió de prisión bajo el régimen del dictador Fulgencio Batista. Tras el triunfo de la revolución en 1959, los procesos y las ejecuciones decididas por los tribunales tenían lugar allí bajo la dirección del Che Guevara.


(9) Jacobo Machover: profesor, periodista, escritor cubano, exiliado en Francia desde 1963. Profundamente anticastrista, ha publicado un libro crítico sobre Che Guevara: La face cachée du Che, Buchet Castel, París, 2007.


(10) Junta de Coordinación Revolucionaria: movimiento creado en 1974. Está compuesto por el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) chileno; el PRT-ERP (Partido Revolucionario de los Trabajadores – ejército Revolucionario del Pueblo) argentinos; los Tupamaros Partido Revolucionario de los Trabajadores – (Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, MLN-T, grupo de extrema izquierda) de Uruguay; y el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) boliviano.


(11) FSLN: Frente Sandinista de Liberación Nacional, en el poder desde 1984 tras la revolución. El FSLN perdió las elecciones en 1990 en provecho de una unión liberal apoyada por Estados Unidos.


(12) León Trotski: (1879-1940), revolucionario y político ruso soviético, fundador del Ejército Rojo y de la IV Internacional, se oponía a la burocratización del régimen y a Stalin. Fue asesinado en México por la NKVD, la policía política de la Unión Soviética.

(13) José Carlos Mariátegui: (1894-1930, político peruano, autor de los Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (1928), fundador del periódico Amauta, foro de expresión sobre el socialismo, el arte y la cultura en Perú y en América Latina. Fue el fundador del Partido Comunista Peruano.


(14): EZLN: Ejército Zapatista de Liberación Nacional, creado el 1 de enero de 1994; la figura emblemática del movimiento revolucionario es el subcomandante Marcos.


(15) Evo Morales: líder sindical y político boliviano de origen Aymara, fue elegido presidente de Bolivia en 2005, su partido político es el MAS, Movimiento Al Socialismo.


(16) Hugo Chávez: presidente «bolivariano» de Venezuela desde 1999, su partido político es el PSUV, Partido Socialista Unido de Venezuela.


(17) Rafael Correa: economista y político ecuatoriano elegido a la presidencia desde 2006, su partido político es Alianza País, que es una alianza de diversos partidos de izquierda.


(18) MTS: Movimiento de los Sin Tierra, organización popular brasileña que milita para que los campesinos brasileños sin tierra dispongan de terrenos para poder cultivar. Se trata del movimiento social más poderoso del continente latinoamericano.


(19) «Foco Rural»: preconizaba la creación de focos de guerrilla que se integran incorporándose progresivamente al conjunto de la población.


(20) Néstor Kohan: autor y politólogo crítico argentino. Ha escrito numerosas obras sobre el marxismo, el Che Guevara y sobre los movimientos sociales de América Latina.


(21) ELN: Ejército de Liberación Nacional, movimiento revolucionario creado en 1964 que se reivindica de Simón Bolívar y de los comandantes Camilo Torres y Manuel Pérez.


(22) FSM: Creado en 2001, el Foro Social Mundial, foro altermundista, se plantea como alternativa al Foro Económico Mundial que todos los años reúne en Davos, Suiza, a los políticos y a los que deciden la economía. La edición de 2009 tuvo lugar en Belem, en el norte de Brasil, a las puertas de la Amazonía.


Entrevista realizada por:
Camille Pouzol
contretemps

Traducido para Rebelión por Caty R.

Fuente:
http://contretemps.eu/interviews/ernesto-che-guevara-ombres-lumieres-memoire-toujours-presente

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