Cumbre de UNASUR desnuda política belicista y antipatriótica de Uribe Vélez




Por Nelson Lombana Silva

La cumbre extraordinaria de los presidentes miembros de UNASUR, realizada en la bella población de Bariloche, Argentina, el 28 de agosto, desnudó claramente la política belicista y antipatriótica del presidente Álvaro Uribe Vélez. No tuvo argumentos para contradecir un solo testimonio expuesto por los demás presidentes latinoamericanos. Simple y llanamente se limitó a repetir maquinalmente la retahíla suministrada por la embajada de los Estados Unidos.

Se puso de manifiesto con nitidez la lucha de clases. Su realismo, vigencia y antagonismo. Porque mientras los presidentes, unos más que otros, desarrollan políticas de servicio al pueblo, autonomía, soberanía, dignidad e independencia del imperialismo norteamericano, Uribe, solitario, intrascendente, se inclina por la defensa de los intereses de las multinacionales, transnacionales y sobre todo, el interés imperial de los Estados Unidos.

Quedó claro el interés de las bases militares norteamericanas en Colombia. No es para el narcotráfico o el terrorismo propiamente. Es para fortalecer el poder imperial de los Estados Unidos en el mundo, evitar los procesos democráticos de los países suramericanos y de cualquier país del planeta. Los objetivos son monstruosos, contrarrevolucionarios, agresivos y criminales. De acuerdo a la denuncia del comandante Hugo Chávez Frías, se podría atacar el África desde la base Palanqueros de Colombia.

Es tal el entuerto que el presidente boliviano Evo Morales, propuso adelantar un referendo latinoamericano buscando con ello que sea el pueblo directamente el que diga si está de acuerdo o no con las bases militares norteamericanas o de cualquier otro imperio en tierra latinoamericana. Uribe no dijo ni mu… y la razón es elemental: No tiene autonomía para decidir, pues es una orden del amo y la orden gringa se cumple, no se discute. Es quizás lo más peligroso, la falta de autonomía de Uribe para decidir. Actúa maquinalmente a la orden de los gringos. George W. Bush lo dijo en su momento: “Hace todo lo que nosotros digamos”.

Otra gran preocupación es la falta de conocimiento del plan con exactitud. Se tiene pistas, pero no la certeza íntegra. ¿Por qué se oculta la esencia del imperialista plan y solo se va suministrando a cuenta gotas? Primero, se dijo que era mentira, después que era una cooperación, después que una base, luego que dos, luego, que cinco, luego que siete y ahora se intuye que pueden ser nueve y más.

Evo Morales dijo que “durante la colonia los pueblos indígenas originarios de este continente han sido sometidos, humillados, saqueados sus recursos naturales, víctima de las políticas de los distintos imperios orientados al exterminio de los pueblos indígenas. La historia de Latinoamérica es la continua intervención de los Estados Unidos, política y militarmente”.

“La doctrina anticomunista la ha utilizado para perseguir a los dirigentes sindicales, sindicalismo que lucha por su liberación y por sus reivindicaciones. Yo ya viví la doctrina antidroga, donde presenta a todo dirigente sindical de narcotraficante. Y a partir del 11 de septiembre de 2001, terroristas”, agregó.

“Es una mentira que los Estados Unidos esté con la lucha del narcotráfico. No quiere que compremos helicópteros hoy, hay que pedir permiso a los EE.UU. Esa no es una lucha contra el narcotráfico de parte del gobierno de los Estados Unidos, porque si ellos quisieran apoyar la lucha contra el narcotráfico y que ésta sea efectiva, ¿Por qué tiene que oponerse a la compra de tecnología para luchar contra el narcotráfico?”, se preguntó Evo Morales.

Por su parte, el presidente Ecuatoriano, Rafael Correa, sostuvo que su pueblo no tiene la culpa del problema que padece Colombia. “La responsabilidad está en Colombia, y Ecuador como los demás vecinos, somos víctimas del problema colombiano. No somos causantes de ese problema”, destacó.

Le dijo de frente a Uribe que el plan Colombia fue un fracaso: “El plan Colombia fue un fracaso, a pesar de los miles de millones de pesos. El objetivo era reducir 50.000 hectáreas de coca de las 102.000 que tiene, pero en realidad han reducido 10.000 hectáreas y todos los expertos sostienen que la producción ha aumentado”.

Chávez, al develar la existencia del “libro blanco” llama la atención y pide que el consejo de seguridad de UNASUR estudie meticulosamente su contenido para poder determinar los reales alcances del siniestro plan que Uribe busca mimetizar y restarle poder explosivo, pero que los presidentes latinoamericanos consecuentes con la historia no pueden más que expresar su preocupación, preocupación real por la doctrina imperial de la potencia norteamericana.

En ese sentido, hay que proponer la movilización de masas en el subcontinente tal como lo propuso Evo Morales en forma de referendo. Los pueblos latinoamericanos se deben pronunciar en forma clara y contundente.

Ibagué, agosto 29 de 2009

Publicar un comentario

0 Comentarios