LA FABULA DEL VEINTE DE JULIO Y LOS FALSOS POSITIVOS




El seis de junio de 1808, Napoleón Bonaparte, después de invadir la península ibérica, coronó rey de España a su hermano José quien gobernó hasta mediados de 1813, un año antes de la caída del imperio napoleónico. El emperador francés obligó al monarca español Carlos IV y a su hijo Fernando VII a dejar el trono para luego proclamar la Abdicación de Bayona que declaró la independencia de las colonias españolas en América y la independencia de Haití. Ahora surge la pregunta ¿como fue que el 20 de julio de 1810, Santafé de Bogotá se levantó contra el “imperio” español si el imperio no existía porque España estaba invadida, su rey confinado y sus colonias aturdidas frente al vacío de gobierno, que en el caso de la Nueva Granada, españoles criollos y peninsulares creyeron resolverlo creando la Junta Suprema de Santafé.

Si el grito de independencia no fuera una fábula reiterada se nos llenaría la cabeza de muchos porqués : porque se eligió primer presidente de la Junta Suprema al Virrey Amar y Borbón, estandarte del imperio sometido?; porque la Junta condenó a quienes mostrarán simpatía con los franceses si estos habían declarado libres a los Virreinatos de la ocupada España?; porque el 25 de julio la Junta acuso al Virrey de traidor a Fernando VII, cuando “… los criollos rumoraban sobre la posible adhesión del Virrey y los oidores a los Franceses.” (1) y la Junta Suprema de Sevilla lo destituyó nombrando como reemplazo a Francisco Venegas? y, por último, porque la Junta de Santafé propuso organizar un ejército para detener una posible invasión francesa sabiendo de la intención gala de reconocer la independencia de las colonias españolas?

Es necesario diseccionar este episodio histórico antes del barullo de conmemoración del “grito de independencia” para evaluar inconsistencias y falta de rigor de quienes consignan nuestra historia que parece que mientras subliman bagatelas y realzan patrioterías maquillan bellaquerías y desfiguran la historia. Con este ejercicio irresponsable, en un futuro, los falsos positivos se consignarían como ejercicios lúdicos de niños exploradores y el paramilitarismo como respuesta social a la violencia.

Como el 20 de julio nos independizamos de un imperio de mentiras no es extraño que vinieran cuatro años de patria “boba” y atembada por ausencia de reglas de juego, experiencia e imaginación, donde letrados e iletrados de ego inflado apelaban a las armas para resolver diferencias naturales en un proceso de construcción de estado y manejo gobierno, dejando la Nueva Granada expuesta a reconquistas de verdad y a la población vacilante entre “madre patria” exigente en tributos pero pacífica, tranquila y paternalista y “patria boba” granadina pero belicosa, intolerante e indecisa.

Una independencia caída del cielo o mejor del expansionismo francés se desperdició. En 1814 Morillo y Barreiro nos cogieron con los calzones en la mano y su avance y orgía de sangre tuvo que detenerla un caraqueño porque los granadinos seguían en guerras “bobas” unos uniéndose al ejército invasor y otros esperando clemencia en la reconquista.

(1) Amar y Borbón, Martha Herrera Angel, Banco de la República

DIEGO CORTAZAR IBAGUÈ, Junio 26/09

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