La universidad es un territorio multicultural, en un escenario libre y autónomo donde se encuentran representadas las esperanzas de cada colombiano. Como expresión del librepensamiento también integra a los sectores más vulnerables y comprometidos en la problemática económica, política, social y cultural del país.
La universidad es una de las instituciones públicas más sensibles frente a las realidades adversas del entorno ciudadano, y esta conexión es sentida gracias a que su labor no es sólo académica sino además política. Dicha apuesta misional se expresa en las prácticas y discursos, tanto investigativos como académicos, que re-construyen nuevas formas de conocimiento y nuevas propuestas para confrontar las injusticias y procesar los conflictos de una manera solidaria y humanista.
La sociedad en su conjunto ha sabido entender que las instituciones educativas son el camino más seguro de realización cultural, intelectual y política de los sectores subalternos. Es justo precisar que si la violencia oficial amenaza el ethos universitario – la forma de ser y conducirse – la comunidad académica no podrá construir colectivamente el conocimiento ni explorar los caminos conducentes a la verdad. En razón a que todo consenso dialógico nace del diálogo y la discusión: su plena realización depende del reconocimiento de la diferencia y de la actitud crítica como componentes esenciales de la sociedad.
La universidad es un espejo de la sociedad, en ella también “anidan” -lamentablemente- expresiones de xenofobia y fascismo: la negación del otro o lo otro... ¿Los “signos” vitales del Alma Mater se encuentran amenazados?… Una vez más… la arrogancia del pensamiento único quiere cauterizar cualquier expresión de inconformismo o alteridad de las comunidades académicas y políticas de la universidad y la región.
Ante la situación de riesgo que corren los universitarios, compartimos la idea de movilizar sentidos y prácticas cotidianas en los diferentes sectores vivos de la sociedad, hasta lograr que los enemigos de la diversidad entiendan que el Alma Mater no estará dispuesta a guardar silencio ni a ser cómplice de su campaña de exterminio y barbarie.
En tiempos de adversidad también nos solidarizamos con millones de libertarios, demócratas y humanistas que se han dado a la tarea de defender la vida y luchar por la dignidad para preservar la frágil e intermitente llama de la libertad y la utopía. En ese sentido vital, bajo el ideario de una universidad autónoma y deliberante, nos unimos al conjuro universitario que pretende espantar la maligna presencia de las “aves de la muerte” en las universidades públicas. ¡Hasta el cielo, si es posible!
La universidad es una de las instituciones públicas más sensibles frente a las realidades adversas del entorno ciudadano, y esta conexión es sentida gracias a que su labor no es sólo académica sino además política. Dicha apuesta misional se expresa en las prácticas y discursos, tanto investigativos como académicos, que re-construyen nuevas formas de conocimiento y nuevas propuestas para confrontar las injusticias y procesar los conflictos de una manera solidaria y humanista.
La sociedad en su conjunto ha sabido entender que las instituciones educativas son el camino más seguro de realización cultural, intelectual y política de los sectores subalternos. Es justo precisar que si la violencia oficial amenaza el ethos universitario – la forma de ser y conducirse – la comunidad académica no podrá construir colectivamente el conocimiento ni explorar los caminos conducentes a la verdad. En razón a que todo consenso dialógico nace del diálogo y la discusión: su plena realización depende del reconocimiento de la diferencia y de la actitud crítica como componentes esenciales de la sociedad.
La universidad es un espejo de la sociedad, en ella también “anidan” -lamentablemente- expresiones de xenofobia y fascismo: la negación del otro o lo otro... ¿Los “signos” vitales del Alma Mater se encuentran amenazados?… Una vez más… la arrogancia del pensamiento único quiere cauterizar cualquier expresión de inconformismo o alteridad de las comunidades académicas y políticas de la universidad y la región.
Ante la situación de riesgo que corren los universitarios, compartimos la idea de movilizar sentidos y prácticas cotidianas en los diferentes sectores vivos de la sociedad, hasta lograr que los enemigos de la diversidad entiendan que el Alma Mater no estará dispuesta a guardar silencio ni a ser cómplice de su campaña de exterminio y barbarie.
En tiempos de adversidad también nos solidarizamos con millones de libertarios, demócratas y humanistas que se han dado a la tarea de defender la vida y luchar por la dignidad para preservar la frágil e intermitente llama de la libertad y la utopía. En ese sentido vital, bajo el ideario de una universidad autónoma y deliberante, nos unimos al conjuro universitario que pretende espantar la maligna presencia de las “aves de la muerte” en las universidades públicas. ¡Hasta el cielo, si es posible!
PROGAMACIÓN ESPANTAPÁJAROS
Marcha Carnaval Espantapájaros (UT- 10:00 AM)
Miércoles 09 de abril
Miércoles 09 de abril
Concierto espantapájaros (UT- 5:00 PM)
AVIVAVOZ (Lanzamiento)
Skartel (Ska–Punk)
Dafne Marauntha (Ska)
Locomboó (Reggae –Rock)
Trasteo (Rock n’ Blues)
Dafne Marauntha (Ska)
Locomboó (Reggae –Rock)
Trasteo (Rock n’ Blues)
Viernes 11 de abril
Foro Nacional: Universidad y DD.HH (COLISEO UT)
(Participantes: Senadores de la República, partidos políticos, medios de comunicación, rectores de universidades, autoridades civiles y militares, etc)
Jueves/Viernes 24-25 Abril
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