El triste tránsito
-La ética del acomodamiento-
¿Dónde dejaste tu inteligencia? ¿Cómo quieres salir adelante sin astucia y simulación? ¡Sigue mi ejemplo! …si quieres ascender tienes que hacer algunos sacrificios.
Mefisto -La carrera de un oportunista-
Klaus Mann
Si el estalinismo no hubiese demostrado tan contundentemente su fracaso histórico en la pretensión de construir la nueva sociedad y al “hombre nuevo”; si no estuviese ahí, tan de bulto, su artera falsificación ¿cuál sería la postura, el talante y la retórica de todos esos conspicuos defensores de la “democracia”? ¿De todos esos predicadores del desencanto revolucionario? ¿A qué se dedicarían los porfiados críticos de la vieja izquierda, hoy sacerdotes de las terceras vías y de otras novedosas alternativas, si no tuviesen a mano los calificativos de “estalinistas”, “terroristas” o “bandoleros de las FARC” para endilgarles a todos aquellos que no han renunciado a los ideales revolucionarios?
Cualquier militante de la izquierda light, cualquier picapleitos o cualquier escribidor, prevalido de haber garrapateado algunos artículos o libros -que tal vez nadie lea- se cree con suficiente vigor teórico para aplastar, fantasiosamente, a esos “promotores del estalinismo” y, desde las trincheras de sus ventajas personales, despachan olímpicamente a quienes no se amoldan a sus particulares intereses.
Trepadores, oportunistas y logreros que han convertido la crítica al autoritarismo estalinista, en un lugar común, en elemento cotidiano de su lenguaje, no sólo para descalificar a los adversarios ideológicos del actual fascismo democrático que gobierna al mundo, bajo la impronta del tardío modo de producción capitalista, sino, como método justificatorio de sus fugas y sus oportunismos.
Les acompaña siempre una pedante palabrería pseudo-inteligente que sólo sirve para explicar su transfuguismo. Ética del acomodamiento de aquellos que ayer, en el período de ascenso de los movimientos y procesos revolucionarios, fueron de izquierda porque les convenía, y que hoy, ante un supuesto retroceso de las luchas populares se conforman con llamarse liberales, “de centro”, librepensadores o demócratas a secas. En todo caso les conviene hacer mucha bulla para que se les tome en cuenta, porque en una sociedad de consumidores ellos mismos se han convertido en bienes de consumo, y tienen que hacer grandes esfuerzos para promocionarse y ponerse en venta. Atrapados por la fascinación del poder, reivindican cualquier comportamiento y actitud que les facilite sus indeclinables ambiciones. Su actual activismo político se reduce a la impúdica propaganda de sus “virtudes” y excelencias, para ser reconocidos y seguir trepando, poco importa que en el camino hacia el éxito tengan que renunciar a sus anteriores convicciones.
Comprometidos sindicalistas de hace un tiempo, preclaros revolucionarios y hasta insurgentes, que al calor del establo que ahora les rodea, tras probar el licor de los fugaces triunfos electoreros y mediáticos con que les ha premiado el establecimiento, se comportan como ebrios de fama y de poder y, ansiosos y ambiciosos, de la plata y de los puestos -como lo señalara Orlando Fals Borda- desprecian la utopía que antaño decían perseguir y, cautivos de un fingido realismo político que no es más que pragmatismo cínico, posan como conciencia moral de nuestra época, como “maestros éticos” dignos de imitación y encomio, cuando lo suyo no es más que el triste tránsito de los planteamientos revolucionarios hacia la total identidad con las posturas de derecha.
JULIO CÉSAR CARRIÓN CASTRO
Coordinador Centro Cultural
Universidad del Tolima.
-La ética del acomodamiento-
¿Dónde dejaste tu inteligencia? ¿Cómo quieres salir adelante sin astucia y simulación? ¡Sigue mi ejemplo! …si quieres ascender tienes que hacer algunos sacrificios.
Mefisto -La carrera de un oportunista-
Klaus Mann
Si el estalinismo no hubiese demostrado tan contundentemente su fracaso histórico en la pretensión de construir la nueva sociedad y al “hombre nuevo”; si no estuviese ahí, tan de bulto, su artera falsificación ¿cuál sería la postura, el talante y la retórica de todos esos conspicuos defensores de la “democracia”? ¿De todos esos predicadores del desencanto revolucionario? ¿A qué se dedicarían los porfiados críticos de la vieja izquierda, hoy sacerdotes de las terceras vías y de otras novedosas alternativas, si no tuviesen a mano los calificativos de “estalinistas”, “terroristas” o “bandoleros de las FARC” para endilgarles a todos aquellos que no han renunciado a los ideales revolucionarios?
Cualquier militante de la izquierda light, cualquier picapleitos o cualquier escribidor, prevalido de haber garrapateado algunos artículos o libros -que tal vez nadie lea- se cree con suficiente vigor teórico para aplastar, fantasiosamente, a esos “promotores del estalinismo” y, desde las trincheras de sus ventajas personales, despachan olímpicamente a quienes no se amoldan a sus particulares intereses.
Trepadores, oportunistas y logreros que han convertido la crítica al autoritarismo estalinista, en un lugar común, en elemento cotidiano de su lenguaje, no sólo para descalificar a los adversarios ideológicos del actual fascismo democrático que gobierna al mundo, bajo la impronta del tardío modo de producción capitalista, sino, como método justificatorio de sus fugas y sus oportunismos.
Les acompaña siempre una pedante palabrería pseudo-inteligente que sólo sirve para explicar su transfuguismo. Ética del acomodamiento de aquellos que ayer, en el período de ascenso de los movimientos y procesos revolucionarios, fueron de izquierda porque les convenía, y que hoy, ante un supuesto retroceso de las luchas populares se conforman con llamarse liberales, “de centro”, librepensadores o demócratas a secas. En todo caso les conviene hacer mucha bulla para que se les tome en cuenta, porque en una sociedad de consumidores ellos mismos se han convertido en bienes de consumo, y tienen que hacer grandes esfuerzos para promocionarse y ponerse en venta. Atrapados por la fascinación del poder, reivindican cualquier comportamiento y actitud que les facilite sus indeclinables ambiciones. Su actual activismo político se reduce a la impúdica propaganda de sus “virtudes” y excelencias, para ser reconocidos y seguir trepando, poco importa que en el camino hacia el éxito tengan que renunciar a sus anteriores convicciones.
Comprometidos sindicalistas de hace un tiempo, preclaros revolucionarios y hasta insurgentes, que al calor del establo que ahora les rodea, tras probar el licor de los fugaces triunfos electoreros y mediáticos con que les ha premiado el establecimiento, se comportan como ebrios de fama y de poder y, ansiosos y ambiciosos, de la plata y de los puestos -como lo señalara Orlando Fals Borda- desprecian la utopía que antaño decían perseguir y, cautivos de un fingido realismo político que no es más que pragmatismo cínico, posan como conciencia moral de nuestra época, como “maestros éticos” dignos de imitación y encomio, cuando lo suyo no es más que el triste tránsito de los planteamientos revolucionarios hacia la total identidad con las posturas de derecha.
JULIO CÉSAR CARRIÓN CASTRO
Coordinador Centro Cultural
Universidad del Tolima.
9 Comentarios
AL PRESENTE, adjunto un reflexivo texto de mi amigo Julio Carrión, y extiendo al invitación hacia la crítica argumentada porque hace presión sobre un tema “olvidado” por nuestros seudo intelectuales colombianos y tolimenses, y sobre todo, porque advierte el peligro del eclecticismo político: el INFORTUNIO de crecer sin rigurosidad intelectual. Si, habla de los “desertores”, de quienes se han alejado de los principios y la verdad, para surgir en la escena pública siendo verdaderos travestís (mi respecto, para la comunidad gay, con tanta dignidad y resistencia), capaces de confundir causas y efectos para ocultar los verdaderos causantes y verdugos de la crisis del país. Y esto gracias a que se han acomodado en la mejor “posición”, distanciados del pueblo, pero al lado del cuello del reyezuelo de turno (hoy Uribio, ayer Pastrana, Samper o Gaviria).
Un aletazo, salud, paciencia y resistencia!!!
como segundo punto es necesario resaltar (con el animo de no ser una antena repetidora de RCN o Caracol) que la lucha armada si bien no es una vía acorde al momento actual(prinbcipios de grupo), es importante conocer que sus origenes son fruto de la barbarie oligarquica. Que sus desarrollos obedecen a la imposibilidad de hacer política pública, pues este sistema mataba la diferencia, asi estuviera escondida entre las piedras; no olvidemos el genocidio político de la UP, A Luchar, la muerte sistemtica de lideres indigenas, campesinos, estudiantiles, obreros, intelectuales, etc,.
Ahora nos quieren hacer creer que el sistema capitalista es pacifico por naturaleza, VAHHH. para el sistema los terroristas son los que usan armas no convencionales pero si las compran a los EEUU (industria de la Guerra) seguramente no lo serían. compañero no olvide que EEUU es el país que más vende minas antipersonales en el mundo, lo mismo que el mayor productor de drogas sinteticas.
Antonio caballero un día escribio: Quies es más terrorista, quien pone bombas en los aviones, o quien tira bombas desde los aviones... La guerra de Irak, el apoyo que dio nuestro querido presidente seguramente para muchos son la edificación de la democracia perdida en oriente. eso si es "legitimo", nadie lo cuestiona. Lo mismo pasa con la barbarie paramilitar que campea desde la casa de Nariño y que ayer desidio desde la carcel que apoya la marcha del 4 de febrero...
"Inventan el infierno, y nos venden su paraiso"
Me parce que usted enuncia verdades históricas, la guerra de hoy es el fruto de la desigualdad de años, del genocidio estatal del frente nacional, de la repartición sistemática del poder, del acallamiento de la diferencia y de la erradicación de cualquier proyecto social justo, sin embargo no son los argumentos para alistarse detrás de la muralla de la guerra, ni la existencia de EEUU, ni el predomio del capital sobre la ideas, ni la mayor injusticia universal, puede ser combatida con otra injusticia, no creo que exista una idea, por respetable que esta sea, que implique una muerte para ser defendida...ahí la historia ya nos tiene datos como las cruzadas, las colonizaciones, Hitler y Stalin, para enumerar sólo algunos ejemplos; de eso hablo, de la necesidad de revisar nuestro pasado reciente, para no matricularnos AQUÍ o ALLA, sino más bien entender que la sociedad que soñamos es posible y que en la NO VIOLENCIA SE PUEDE CONSTRUIR.
UN SALUDO PARA EL COMBO
los casi más de 3 millones de desplazados son producto de la guerra silenciosa que impuso la oligarquia colombiana hace más de 200 años. ahora nos llaman a no ser violentos, a respetar al otro, a la otredad, y un sin numero de cosas como por ejemplo la tolerancia, pero eso en si mismo no soluciona nada. Estamos de acuerdo en que los conflictos deben ser superados por medio del dialogo, del reconocimiento de la diferencia, pero que no nos llamen a amar a los criminales historicos y permanentes de este país, sobre todo cuando nunca pagan sus atrocidades. (ver paramilitares y terrorismo de estado)
la idea es construir una sociedad de todos y para todos, lo que pasa es que eso no se da por arte de magia. así mismo, es necesario reconocer que la insurgencia tiene sus origenes en la autodefensa, como mecanismo de supervivencia ante la barbarie que imponian los pajaros y organismos de seguridad del establecimiento de la epoca.
Camilo se fue para el monte porque lo querian asesinar, y esa es la historia de muchos lideres sociales. igualmente debemos condenar las atrocidades que se comenten en nombre de proyectos emancipadores. nosotros creemos en el humanismo, en que la guerra no es la salida, pero más que un deseo es una apuesta política, un proyecto de vida, que debe ser construido desde todos nuestros escenarios cotidianos. ese es un poco la idea de esta palabras cruzadas, en que dealguna manera debemos asumir con dignidad y altura la construcción de una sociedad que reivindique la vida desde todas sus manifestaciones.
con aprecio... Un alternativo. Y aprovecho el espacio para agradecer la mejoria del diseño del blog.