REQUIEM POR LA UT





- Porque todo muerto después de cierto tiempo huele a feo -

Qué pasa en la UT?

Es indudable que algo huele mal. Aunque algunos administrativos se empeñen en tapar las ollas podridas, en esconder las muestras fehacientes de ineficiencia e incapacidad, la realidad nos muestra que la actual-eterna administración de DON RAMON, dado que maneja la universidad peor que una vecindad o una finca, ha matado lo poco de calidad académica que tenia la institución.

Tratemos de ver otros elementos de la problemática actual de la UT. Dado que los oídos sordos, la torpeza política y el autoritarismo del DON y la mayoría de las cabezas administrativas de la universidad se resisten a aceptarlas.

Qué pasa con los profesores?

El déficit de profesores de planta es una realidad de a puño. Es necesario que la administración restituya la planta de profesores de la universidad, puesto que ya es un hecho que hay un déficit grave que afecta el normal funcionamiento de las carreras que fueron históricamente de relevancia nacional.

Los datos confirman la triste realidad. La universidad cuenta con 153 profesores de planta en servicio activo. Pero la administración muestra cifras que no corresponden con los hechos. Se reportan 211 profesores, de los cuales unos se encuentran en comisión de estudios, sabático, y muchos en la parte administrativa, lo que hace que la cifra de 211 no sea cierta. Pero como las estadísticas se interpretan según el interés de quien las emite, se les “olvido” que existen 15 profesores de medio tiempo, es decir 7.5 profesores de planta; 10 becarios, es decir, que estos 10 profesores de planta solo serán profesores de planta de tiempo completo hasta dentro de 5 años.

Es necesario que la administración restituya en todas las facultades los profesores que se han pensionado e incluso fallecido. Las facultades de Veterinaria, Agronomía, Forestal, y Ciencias tenían una base numerosa de profesores de planta, lo que les representaba social y académicamente uno de los mayores reconocimientos nacionales e incluso internacionales por ser unidades académicas de excelente formación y práctica profesional; los profesionales de estas épocas se caracterizaban por ser los mejores en sus áreas respectivas. La propuesta es concreta, restituir los 10 profesores de planta de veterinaria, los 15 de Agronomía, los 15 de biología, y los demás de cada programa. Esto como garantía inicial de calidad académica de los programas históricos de la UT, mientras se nombran profesores para los programas recientes de las demás facultades.

En estos momentos es evidente la desproporción del número de profesores entre Facultades y programas, a lo que la administración respondió con una falacia más, que evidencia las grandes actitudes histriónicas del señor rector. Como medida paliativa se propone la contratación global y el impulso de los programas de becarios. La política de becarios es un pegado con “babas” porque la asignación de dos becados por facultad no va a solucionar el problema de desvinculación acelerada que tiene la universidad.

La vinculación global que propone la administración en el comunicado que emiten para los estudiantes de MVZ no tiene solidez académica porque supone la contratación general de profesores que entrarían en un limbo laboral que los tendría asaltando matas y tapando los huecos que no quiere resolver el rector. Es algo así como poner a todos lo maestros que vinculen en un “fondo común” y que hagan de toderos para todas las carreras que tiene vacíos. Algo así como profesores con un mar de conocimientos y un centímetro de profundidad. Todas las carreras requieren de profesores especializados para materias especializadas. Una universidad seria no puede tener profesores toderos.

Por su parte los pocos profesores que hay, perdieron su capacidad crítica y de trabajo. No cumplen con las horas de asesoría. No hacen una buena docencia, la gran mayoría ni siquiera prepara sus clases, pues sus papeles amarillos demuestran que enseñan lo mismo que hace 30 años. El estamento profesoral es ahistórico y anacrónico. La investigación que realiza es un ejercicio meramente formal, pues la producción intelectual no corresponde con el tiempo utilizado y los recursos otorgados.

Qué pasa con los recursos financieros?

Como todo buen régimen dictatorial, la UT mejora su infraestructura física y deja a la deriva la esencia misma de su quehacer: la academia. Mientras los niños en Colombia se mueren por desnutrición, de enfermedades curables, el gobierno invierte en vías, armas, más burocracia, infraestructura y en sacar a los parapoliticos de la cárcel. Y ante los ojos de la opinión publica el país esta bien, la economía crece, la inversión extranjera aumenta, las riquezas nacionales mejoran.

En la UT guardando serias proporciones también pasa algo similar: los programas de MVZ, Agronomía y agroindustrial son acreditados en ALTA CALIDAD. La imagen que vendemos es idílica, la UT es manejada por dioses que ante la carencia de recursos hacen magia, la UT produce año tras año un super habit de más de 6500 millones de pesos. El ministerio nos felicita por ser ejemplo. Pero hilamos fino todo esto es una FARSA, UNA ESTAFA.

La universidad construye un embalse que costo casi 1.800 millones de pesos, que nunca se va a llenar. Licita para comprar un hospital sin tener claro un proyecto académico. Gasta más de 5.000 millones de pesos en instalaciones que los profesores no utilizan (LA MARIA); en este mismo sitio se les olvido construir verticalmente, cuando la realidad demuestra que eran los lotes mas caros de la ciudad, y sin que esto importará realizaron facultades de cartón. Compra el edificio de Cooperamos sin saber para qué. Compra dos lotes en Miramar y el consejo superior no aprobó la construcción de la sede sur.

Mientras tanto, los bienes muebles de la UT están mal diseñados, que se caen, con chorros de agua, porque ya no son goteras; la granja de armero parece una porqueriza. La biblioteca sigue inconclusa. No hay sillas para estudiantes. Se niegan los apoyos estudiantiles. Y, como si esto no importara la administración sigue invirtiendo en elefantes blancos. Es evidente que más de 7 años de administración no han sido suficientes para que el rector conozca la Universidad y asuma su papel de máximo líder académico de la UT, mejor dicho: este medico no sirvió, porque nunca entendió que estaba en una universidad.

El número de funcionarios aumenta a destajo… se contrata a supernumerarios los cuales carecen de garantías dignas de trabajo. Se incorporan en cargos de planta a los que tienen la venia politiquera, sin importar que existen supernumerarios que llevan más de 15 años en la Institución. Quien cuestione, critique, o pelee, sencillamente no se le vuelve a llamar, como mecanismo de defensa del pensamiento único.

Qué pasa con los estudiantes?

La universidad abre programas sin ningún profesor de planta, sin laboratorios, sin base bibliográfica, sin prácticas y como si esto no fuera importante se siguen y siguen abriendo nuevos programas que en el futuro cercano serán canteras de inconformismo. Es una bomba de tiempo encima de una olla podrida.

El rector es un funcionario más y debe velar por los intereses de la universidad y la educación, no solamente de poner pecho ante los delegados del ministerio diciendo cosas maravillosas que nunca hace. De que calidad académica habla el rector si no hay profesores?

Qué pasa con los decanos?

Estos señores se dedicaron a la burocracia institucional, a poner su mejor sonrisa, a bailotear con las secretarias en las fiestas VIP, con previas cuotas entre 50 y 100.000 pesos. Los contratos que realizan en lugar de entrar a las arcas de la institución llegan a los bolsillos de sus profesores consentidos. Su máximo espacio por excelencia, el Consejo Académico no produce desde hace mucho tiempo ningún lineamiento académico. A la mejor usanza de los politiqueros establecen clientelas por toda la Universidad.

La reelección de la incapacidad administrativa es evidente. La “democracia” normativa para la elección de los decanos refleja fehacientemente la inmadures política de la comunidad universitaria. Se juega al desgaste, al silencio y la confusión haciendo pruebas que son solo un juego de niños para demostrar el poder unilateral del rector, quien las inventa las hace, las califica y nunca las muestra.

Qué pasa con el rector?

Como en el juego de dónde esta Javier, los estudiantes buscamos al rector. No da la cara; no lidera ningún proceso; no se mete con nadie; es un buenazo; es medias aguas, ni chica ni limonada. Lleva tres semanas sin estar en la universidad, se la pasa viajando y gestionando recursos que nunca llegaron en más de 7 años. Piensa que evitando hablar con los estudiantes demuestra su autoridad como rector. Es generoso con el actual presidente del partido de la U, adjudicándole puestos a sus familiares, amigos y vecinos. Se dirige al nuevo gobernador de manera arrodillada y sumisa. Es un improvisador de tiempo completo. Don sonrisas. Y mientras tanto omite, esconde, silencia, encubre, confunde, engaña, manipula, evita, enmaraña, enreda, y juega al desgaste de los estudiantes.

Que pasa con los trabajadores?


Moraleja: no traguemos entero…


Atte:
No tenemos nada que perder.

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4 Comentarios

Julián Mayorga dijo…
La repartición de culpas, como siempre, está casi bien echa.
Yo, que tan poco enterado y enrredado estoy de los problemas de la universidad del Tolima -a la que no estoy, ni estuve vinculado académicamente- sigo pensando, con pesadumbre, que el problema sigue teniendo raíz en el pasivo-mamerto estudiantil; digo; no quiero recurrir a la estadística, que tan pobre ciencia se me antoja, pero tengo la impresión de que la mayoría de los estudiantes ven caer la universidad con mano en el bolsillo; este asunto de que no nos educan bien ya me sabe a boñiga tiesa... digo yo!
Anónimo dijo…
Menos mal Julián Mayorga no estudias en la u.
Por que serias un don nadie
Un bueno para nada.
Uno de los muchos de este país que se acostumbra a las migajas.

Por lo menos existen todavía en la u quienes se preocupan por la calidad de educación publica, para ellos y las futuras generaciones. Bueno por esos muchachos. Mientras usted Julián m me imagino que no estudias y si lo haces debes de estudiar en una universidad de garaje, en las que enseñan a trabajar, trabajar, trabajar. Y poco de pensar.
Bueno, pienso y digo yo.
Julián Mayorga dijo…
Bueno "anónimo". No pienso discutir la naturaleza de mi educación, que muy pobre sí ha sido; debe ser por eso que he extraviado nuestro punto de choque.
Bastante claro dejé en el comentario anterior, que estaba de acuerdo con el artículo, pero que se han olvidado de la culpa del estudiante, que justamente, de tanto quejarse se ha olvidado de leer el libro... Vos, lo compruebas; te has olvidado del artículo y del comentario, y te me vienes a quejar!!; ah! si, ahí estaba el punto de choque!
Anónimo dijo…
Salmones:

Me gusta mucho su seriedad. Me gusta que son frenteros, la de ustedes no sólo es una actitud contracorriente, sino contra estupidez, contra estulticia, contra bobada, contra clientelista, contra modorra, cotra pasotas.... Ojalá esto cunda en un medio estudiantil y profesoral tan mediocre y cínico. Deben continuar y proponer una mayor ampliación del debate, sigan urgando, sigan escarbando, van a encontrar más incapacidad, comodidad y delincuencia. El papel de los intelectuales es ser tábanos en la sociedad que les corresponda. Por mi parte garantizo la más amplia difusión de sus denuncias. Continuen, tienen mi total apoyo.

Julio César Carrión Castro