AUTONOMÍA UNIVERSITARIA



Por: Mauricio Bueno Pinzón
Profesor Universidad Distrital
Francisco José de Caldas
e-mail: maopeton@yaoo.com


Si la universidad pública pertenece al Estado, en donde queda la autonomía de esta y porque hay que recuperarle la gobernabilidad.

Al igual que todo lo alcanzado en la lucha, la autonomía universitaria es un logro que si bien en su momento era el resultado de un acumulado en el enfrentamiento que el sector universitario dio al Estado, al mismo tiempo y por un lógico efecto de contrarios desde el mismo instante de su aceptación en la Constitución Política, la Autonomía Universitaria era tomada por el Estado, como un arma mediante la cual se buscaría generar las condiciones necesarias para materializar sus políticas, tales como la privatización, el reducir la calidad de la formación profesional, el disminuir proporcionalmente la cobertura que tenía la educación pública, frente a una demanda efectiva de cupos para el acceso a la educación superior, entre tantas otras.

Se olvido casi por completo, que contra quien se luchaba no era un enemigo fácil de vencer, menos aun que no cobrara venganza y que por su esencia y caracterización, dentro del contexto de un país como Colombia, era necesario tenerlo como el enemigo que siempre ha sido de la educación pública, en ese orden de ideas la autonomía universitaria debía ser observada en dos direcciones, la primera como un logro alcanzado en la lucha, y la segunda como un arma con la cual el Estado buscaría exterminar la educación pública superior.

Ahora la historia muestra que los derechos adquiridos en la lucha, tiene desde su nacimiento el condicionamiento de ser atacados por parte del Estado basta observar elementos tales como las pensiones, las convenciones laborales, la total financiación de la educación pública, entre otros, no sería la autonomía universitaria la que escapara a esto, en efecto de manera concreta el Estado toma la autonomía universitaria como referente y con la sutileza y paciencia necesaria a esperado y esperará el tiempo que sea necesario para que sustentando en una aplicación tergiversada de la autonomía universitaria se justifique y se privatice la educación superior.

Pero, ¿qué es lo público de la educación superior?, esta pregunta pareciera estar fuera de contexto, máxime si se tiene en cuenta que defender la educación pública ha sido una de las consignas que sustento, sustenta y sustentará la lucha que se libra al interior de las instituciones de educación superior. Por lo tanto pareciera que la pregunta sobra, porque de hecho se debe conocer la respuesta, lo que preocupa es que “las mayorías”, haciendo uso de la “democratización” terminan defendiendo lo privado como si fuera público.

Pero haciendo una evaluación del comportamiento de algunas variables se encuentra que la defensa de la educación pública y más específicamente la defensa de la universidad pública, se le relego a una consigna que poco a poco fue perdiendo validez, no porque su causa no fuera justa, ni porque no hubiera ataque alguno contra la universidad pública, no, perdió validez la consigna, porque quienes la arengaban no tenían claro su significado y peor aun no sabían que defendían, lo que condujo a que simplemente se planteara un frente de lucha sin enemigo, sin campo de batalla y como si fuera poco sin tener claro que y por que se defendía, condiciones estas que dejan a cualquier ejército en el peor grado de indefensión frente a cualquier enemigo, por mínimo que este sea, es algo asi como Cervantes visualizó al Quijote luchando contra molinos de viento pensando que eran grandes guerreros, ahora la alucinación supera la del Quijote porque no estamos enfrentados a nadie y el enemigo, se camufla de la mejor manera detrás de la autonomía universitaria, la democracia, con las cuales poco a poco avanza imponiendo sus políticas y mientras tanto seguimos enfrentados a molinos de viento.

Por lo tanto, preguntas tales como, ¿qué es lo público de la universidad pública?, ¿cómo se ha comportado lo público de la universidad pública en la última década?, ¿De qué manera la lucha del estamento docente universitario, ha permitido que no se privatice la educación pública en general y las universidad pública en particular?, ¿hasta que punto la autonomía universitaria ha servido como agente privatizador de la universidad pública?, no solamente tiene toda la vigencia histórica, sino que se convierten en el elemento fundamental para replantear la lucha de los diferentes estamentos universitarios.

Por lo tanto, el panorama que se observa en lo que hace referencia a la universidad pública y su relación con la autonomía universitaria, inmerso este dentro del contexto natural que caracteriza la confrontación entre las posiciones del estamento docente sindicalizado y el Estado, hace necesario que se inicie una lucha frontal por parte de todos los estamentos que conforman la universidad pública, para luchar contra las tergiversaciones que algunos miembros de las universidades le han dado al concepto de autonomía, las cuales han servido mas a los interese de un Estado y sus diferentes gobiernos, los cuales no han tenido que aplicar fuerza alguna para que sus políticas se implementen de manera soterrada, escudada en este destello de luz que produce hablar de la autonomía universitaria.

Ahora, no puede desligarse el concepto de autonomía asi como la aplicación de la misma, de un concepto como es el poder, y el argumento es muy simple, el ser es autónomo en la medida que este sea capaz de generar poder, ya que pensar lo contrario, implicaría negar el desarrollo de la humanidad, sustentado este en la permanente lucha de contrarios que se libra en toda la naturaleza.

En consecuencia, el hecho de hablar de autonomía universitaria implica la necesidad de reconocer las estructuras de poder que se requieren, no solo en el espacio universitario sino en todo el contexto nacional e internacional, para llegar a ser autónomos. Asi las cosas, es un tanto absurdo pensar que el estado, permitirá que uno de sus elementos tenga una capacidad de determinación tal, que supere los limites establecidos por este dentro de su normatividad, es algo asi como pensar que la universidades públicas son zonas liberadas, en donde existe una normatividad y un Estado diferente, menos aún las fuerzas políticas y económicas internacionales que inciden en el desarrollo de la políticas económicas de nuestro país, y que de hecho demuestran que tienen un poder incluso superior al del mismo Estado, permitirán que un grupo si se quiere reducido y poco claro políticamente reclame ser autónomo, argumentando una condición que no genera por si sola la más mínima demostración de poder.

La gobernabilidad es un nuevo término que entra a jugar suma importancia dentro de las políticas de Estado, primero le construyo a la comunidad universitaria un imaginario colectivo que la condujo no solo a pensar, que podía ser, sino creer que era autónoma, claro está que dentro del imaginario colectivo iba inmerso un profundo sentido de culpa que hoy muestra sus primeros frutos, cuando ya se escucha, dentro de algunos corrillos de los diferentes estamentos el susurro, no fuimos capaces de gobernarnos, el problema es que hay que recuperar la gobernabilidad. Ya se invirtió una década, tratando de defender el ser autónomo de la universidad pública, y aún no se ha entendido que la universidad pública es un elemento de la estructura de un Estado y que esta condición hace imposible ser autónomo de la misma. Ahora por cuanto tiempo se discutirá el como recuperar la gobernabilidad al interior de la universidad pública, diez, quince, veinte años, eso si mientras tanto se debe estar absolutamente seguro que el Estado no perderá un solo segundo en implementar sus políticas.

Ahora hablar de criminalizar la protesta inmerso en el entorno descrito de la universidad publica, se reduce a los siguientes aspectos:

1. Calificar de subversivo a todo aquel individuo u organización, que no preste atención a las entretenciones y que plantee una discusión en la cual se conduzca a confrontar esos planteamientos.
2. Mantener la impunidad como elemento característico de todas las denuncias que surjan del interior de las universidades públicas, de tal manera que se reintegren algunos dineros, pero curiosamente de los casos que se podían llamar de menor cuantía, claro esta que no existe un solo detenido y culpable de las muertes de estudiantes, trabajadores o profesores.
3. Generar esquemas de persecución política a los lideres de cualquier estamento, que no sean susceptibles de ser sobornados, y que con su actitud entorpezcan la implementacion de esquemas de privatización tales como la corrupción.

En conclusión, si se pretende hablar de autonomía universitaria, gobernabilidad y criminalización de la protesta, al interior de las universidades publicas se hace necesario que esta discusión se de dentro del contexto que permite relacionar todas y cada una con el concepto de poder.

Ahora, el concepto de poder que se debe manejar es aquel que caracteriza una estructura de Estado y al mismo tiempo el que se proyecta desde los intereses internacionales.

Es decir, aplicando el precepto fundamental del método dialéctico de partir de lo general, para llegar a lo particular y luego volver a lo general, es posible que muchos comprendan que la discusión sobre autonomía o gobernabilidad en la cual nos pretende involucrar el Estado, como de hecho ya lo hizo con la autonomía, no es mas que un sofisma de distracción, que no permite ver ni construir un discurso que transcienda los linderos del espacio universitario, y por lo tanto, no se entiende ni se pretende confrontar al Estado, porque la solución de los problemas de las universidades públicas se redujeron a ser autónomas y ahora nos venden la idea que el problema es recuperar la gobernabilidad, como si alguna vez la hubiéramos tenido.

Solo me resta invitar a quien lea este pequeño escrito, a que me participe de su concepto sobre el mismo y me ayude a fortalecer mis apreciaciones o si es del caso reorientarlas, sé que no soy un poseedor de verdades, lo que aquí se ha escrito es el resultado de un acumulado de experiencia en el entorno universitario y en la constante lucha por buscar una alternativa para enfrentar la problemática del país.
Escrito presentado en la instalación del “Primer Encuentro Nacional de Universidades Públicas”. Bogotá, Colombia. Por su válidez historica fue publicado en la primera edición del salmón periódico.

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2 Comentarios

Pez come pescado, desconfio d eun articulista que tenga esos dos apellidos: BUENO Y PINZÓN, creo que no van...jajajajajaj
ANDO SUPER DEPRIMIDA POR ESO ME IMPORTA UN REVERENDO GUEVO SI ME VISITAS O NO