“Había ideado un plan para conquistar el mundo, pensó en provocar una inundación mundial, construir una escalera de cadáveres y estar ubicado en el edificio más alto del planeta para esclavizar a los espíritus inertes. Claro está que no contaba con la alegría liberadora de Pinky, quien llevado por la loca pasión infantil, construyó miles de barquitos de papel y logró salvar a la mayor parte de la humanidad. Al finalizar la noche, Pinky pregunta: “Que vamos a hacer mañana, Cerebro”. Y la respuesta fue la misma: “Lo mismo que hacemos todos los días: Tratar de conquistar el mundo”.
Posdata: El gato que esta triste y azul, sin destino, sin destinación, ya no habrán días rosa… Amanecerá y veremos…buenas noches, Pinky!
3 Comentarios
Gracias Salmón.
Rutinante: Sin Pinky no hay Plan ni territorios que conquistar.
Bye.