| Por; Gearóid Ó Loingsigh |
En el marco del genocidio sionista en Gaza, varias figuras y organizaciones de solidaridad con Palestina han pedido el juzgamiento de Netanyahu, entre otros, ante la Corte Penal Internacional. Eso no ocurrirá, esa corte se ha descrito en términos vulgares pero muy acertados como una pecueca. Es cierto, el hedor que produce es nauseabundo y la historia de los tribunales internacionales está llena de hipocresía, aun cuando juzguen a personas quienes deben ser juzgados y castigados.
Todos conocemos la historia del Tribunal de Nuremberg, donde juzgaron a los nazis. Una decisión acertada, pero no se juzgó a Harris, responsable del bombardeo incendiario de Dresden que mató a 30.000 miles civiles u otros criminales de los aliados. En Tokio, el juez de la India, Radha Binod Pal, argumentó que se debe juzgar a los EE.UU. por las bombas atómicas empleadas contra blancos netamente civiles. Pero no se hizo. En tiempos más recientes, hemos visto a varios tribunales internacionales juzgar a unos y no a otros.
Uno de los primeros tribunales en tiempos recientes fue el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia. Dicho tribunal juzgó a un número importante de criminales de guerra, entre ellos personajes tan viles como Ratko Mladić el carnicero de Srebrenica, donde masacraron a más de 8.000 hombres y chicos. Juzgaron a 111 personas en total, pero hay otros que ni contemplaron juzgar. Luego de la guerra dos altos oficiales británicos aprovecharon sus contactos en el gobierno de Serbia y en nombre del banco británico Natwest facilitaron la privatización de Telecom de Serbia. Dicen que ese dinero no sólo salvó a Slobodan Milošević sino que él usó esos fondos para la guerra posterior en Kosovo. Los funcionarios británicos quienes colaboraron con quien fuera un criminal de guerra eran nadie más ni nadie menos que Pauline Neville-Jones, la principal diplomática británica tratando con la crisis en Yugoslavia, vista por muchos como alguien que se congraciaba con Milošević y su jefe el Canciller Douglas Hurd.[1] Por supuesto, nadie nunca propuso juzgarlos a ellos por facilitar la guerra en Kosovo.
Quizá un ejemplo más claro de no juzgar a europeos es el Tribunal especial para Sierra Leona. Ese tribunal juzgó a varios personas por delitos execrables como asesinato, violación, y esclavitud sexual. Además, trató otro tema, sobre todo en el caso del expresidente Charles Taylor, los llamados Diamantes de Sangre. Pero no lo hizo en realidad. Ese tribunal juzgó con razón a Taylor pero nunca miró al papel de los belgas y los sud africanos en el tráfico de diamantes de sangre. Cualquier negro valía, pero ningún blanco, ningún empresario del sector. La empresa De Beers es una empresa determinante en el mercado, no sólo en cuanto a la producción sino en la venta de diamantes de otras empresas, controlando 80% del mercado. Pero en ese tribunal de Sierra Leona, ni se contempló investigar siquiera el papel de empresas como esa.
También montaron un tribunal para Iraq, aunque supuestamente lo montó el “nuevo gobierno”. Juzgaron a varios altos oficiales del régimen de Saddam Hussein, entre ellos quien érase una vez fungía como ministro de defensa, conocido como Alí el Químico por el uso de gases contra la población kurda. El régimen masacró a miles de kurdos, borraron de la faz de la tierra pueblos enteros, desplazaron a los kurdos e intentaron repoblar a esas zonas con iraquíes. Algo parecido a lo que hace Israel con los Palestinos. No puede haber duda sobre la responsabilidad del régimen por los crímenes de guerra y también por el crimen de genocidio. Pero ¿quién les vendió el gas que usaron contra el pueblo kurdo?
Hasta 40 empresas alemanas y europeas participaron en el suministro de químicos precursores y el conocimiento técnico a Saddam.[2] Pero esto no resultó ser un problema mayor para el occidente. Con el tiempo una corte holandesa condenó a una persona a 15 años de cárcel.[3] Sin embargo, arrestaron a Frans van Arnat luego de la destrucción del régimen de Saddam, y no antes. Nadie intentó detenerlo y encarcelarlo cuando el régimen era un aliado del occidente. En 2023, otra corte holandesa ordenó la indemnización de cinco iranís heridos en esos ataques.[4] Pero, el uso de armas químicas es en delito de guerra, así ¿por qué no juzgaron a los directores de las empresas? Antes, en 2013, un grupo de kurdos de Iraq intentaron demandar a una empresa francesa que suministró químicos precursores a Saddam.[5] Hasta la fecha no han avanzado mucho en el asunto. Sin embargo, hace poco las cortes franceses no vieron ningún problema en emitir ordenes de captura contra el presidente sirio, Assad por su uso de armas químicas.[6] No se ha sometido el papel de los EE.UU. en el suministro de sustancias químicas a una investigación, ni lo van a hacer.
Los EE.UU. empero, no sólo suministraron precursores químicos, sino participaron activamente en su empleo. Según Foreign Policy, una revista lejos de ser progresista o generalmente opuesta a la política exterior de los EE.UU., en la guerra con Irán, Iraq empleó, de forma repetida, sustancias químicas y los EE.UU. proporcionó imágenes satelitales para ayudar a Iraq apuntar con más éxito.[7]
Las pruebas no son un factor clave a la hora de decidir quiénes serán juzgados o no por los tribunales internacionales. Conveniencia política es el factor clave, por encima de todo lo demás. No buscan la justicia, aunque puede ser una consecuencia imprevista en algunos casos. La justicia sería ver a todos los implicados en el banquillo. Pero muchos de ellos pagan los sueldos de los fiscales y jueces e incluso pagan por la logística de esos tribunales.
La CPI no es nada distinto. Sus sueldos son pagados por los mayores violadores estatales de los derechos humanos en el mundo. Su negativa de arrestar a Tony Blair o Netanyahu no es un descuido. Jamás morderán la mano de su amo. Hasta la fecha la CPI ha abierto 31 expedientes, incluyendo uno por genocidio. En todos estos casos eran dirigentes negros africanos, algunos de ellos dependían de la complicidad occidental para cometer sus crímenes. Los cómplices occidentales jamás serán juzgados. Si los generales, políticos y empresas occidentales no enfrentan cargos cuando se involucran directamente en crímenes de guerra y genocidio, no van a enfrentar cargos cuando son las figuras tenebrosas en las sombras.
Es poco probable que la CPI presente cargos contra Israel. La posibilidad de sacrificar algunos oficiales de menor rango, no es impensable pero es poco probable también. Poner nuestra confianza en un tribunal que se ha demostrado ser nada más que el brazo jurídico del imperialismo es un error. No hay nada malo, en un principio, en presentar un caso, pero creer que se puede lograr la justicia en ese tribunal es un nivel criminal de ingenuidad y credulidad. Ha desestimado casos contra aliados de los EE.UU. como Colombia, pero enseguida abre un proceso contra Venezuela por la muerte de algunos protestantes. Cuando la policía colombiana asesinó a más de 80 protestantes en 2021, la CPI lo contempló con pasividad, tal como hace ahora ante una campaña sionista de genocidio en Gaza. Algún día esperemos que podamos juzgar a los fiscales y jueces de la CPI por su propio papel en facilitar la opresión y asesinato de gente alrededor del mundo. Pero no serán los actuales regímenes occidentales quienes hacen eso.
[1] The Guardian (13/05/2010) Pauline Neville-Jones: diplomat who did business with Milosevic. Ian Traynor and Richard Norton Taylor https://www.theguardian.com/
[2] GfvB (13/03/2008) German and European firms were involved. https://web.archive.org/web/
[3] BBC (23/12/2005) Saddam’s ‘Dutch Link’. http://news.bbc.co.uk/2/hi/
[4] AP (15/11/2023) Dutch court orders company to compensate 5 Iranian victims of mustard gas attacks in the 1980s. https://apnews.com/article/
[5] RFI (11/06/2013) Iraqi Kurds sue French companies for Halabja chemical attack. https://www.rfi.fr/en/france/
[6] Reuters (15/11/2023) France issues arrest warrant for Syria's President Assad – source https://www.reuters.com/world/
[7] Foreign Policy (26/08/2013) Exclusive: CIA Files Prove America Helped Saddam as He Gassed Iran. Shane Harris & Matthew M. Aid. https://foreignpolicy.com/
--
0 Comentarios