Chapman, el ornitólogo que registró en 1911 la deforestación del Tolima

 

| Por: Alexander Martínez Rivillas* |

 

En algunas fotografías del ornitólogo y banquero Frank Chapman (expedición de noviembre 10 de 1910 al junio 4 de 1911) ya se podía apreciar la destrucción masiva de la “palma de cera”, la introducción de pinos y cipreses (hitos de la colonización), y el uso de techos de palma y de madera. El recorrido corresponde al “Camino del Quindío” en sus pisos templados y fríos (en lo que hoy es el Corregimiento de Toche, por el camino Salento-Toche). Vale la pena entonces recordar esta expedición a su paso por este camino.

 

Fuente: Chapman, 1917.

 

En la foto, al fondo, se observa quizás el primer registro fotográfico de la cuenca del río Tochechito y del “Camino del Quindío” (Salento-Toche-Ibagué). También se constata la masiva destrucción de la “Palma de Cera” en la zona de colonización del camino referido, lo mismo que el proceso de deforestación de la selva andina y alto andina para potrerización. La vivienda del primer plano usaba techos de madera, lo que fue propio de la vivienda de “Colonización Antioqueña”. Los corrales cercanos a la vivienda constatan la ampliación de los hatos ganaderos en las zonas de pisos templados y fríos.

 

Fuente: Chapman, 1917.

 

Atrás se aprecia uno de los primeros registros fotográficos del río Tochechito (cabecera del río Coello) y su tránsito por el “Camino del Quindío” (Salento-Toche-Ibagué). La selva de galería se encontraba pobremente intervenida, y la ruta se presenta para el viajero como escabrosa o casi inaccesible.

 

En la cuenca del Tochecito, Toche, y alrededores, Chapman identifica: Myioborus chrysops, Semimerula gigas gigantodes, Atlapetes schistaceus, Ogonorhynchus icterotis, Merganetta Columbiana, Cinclus leuconotus, Atlapetes flaviceps y Psittospiza riefferi (Chapman, 1917, pp. 29, 574-575). En el marco de una perspectiva taxonómica moderna, y sin diálogo alguno con el campesinado de la zona, se queja en varios apartes de su obra de otras expediciones que solo mencionaron los nombres “vulgares” de las aves. En estas áreas, describe montañas espesas y “pequeñas parásitas que cubren los árboles”. Actualmente, sólo en el Municipio de Ibagué se reportan 537 especies de aves (Parra, et. al., 2007).

 

El “extractivismo” de información científica de Chapman sobre los “recursos” naturales fue paradigmático. En ninguno de los apartes de sus publicaciones sobre las aves de Colombia, se ocupa del estudio de las actividades humanas. Ni siquiera se refieren entrevistas con los pobladores de las zonas visitadas. Se aprecian dos especies de aves identificadas por el reconocido banquero y ornitólogo. Se destaca el Atlapetes “cabiceamarillo”, típico de la región, y amenazado en la actualidad.

 

Fuente: Chapman, 1917.

 

Chapman refiere, en sus observaciones de campo, el caserío de Toche, y toma la ruta Salento-Toche-Guaico-Los Túneles-Ibagué, que fue la mejor conservada y transitada desde la Colonia hasta mediados del siglo XX, según diversas fuentes. En el descenso, evidencia la destrucción de los bosques en la zona de influencia del Camino, y testimonia amplias áreas de cultivos. Habla de parches de selva andina, que se encontraban en intervalos, y “especialmente cerca del Edén”, un punto bien reconocido para la época (Chapman, 1917, p. 29). Bien valdría la pena rescatar esta obra y divulgarla en el sistema escolar tolimense, y de manera crítica por supuesto.

 

Nota: Adaptado de investigaciones previas.

 

Fotografía de portada: Chapman, Frank M. Enciclopedia Británica, Inc. Fuente: Delphipages

 

*Profesor asociado de la Universidad del Tolima


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