De las mujeres depende la elección del nuevo presidente


 |El diario de un loco – La viruela del Orate / Por: Lu Xun|

Con el devenir del Siglo XXI se acentuó el neoconservadurismo propio de aquello que algunos han dado en llamar posmodernidad. Esto significa en buena parte abandonarse al pensamiento mágico en perjuicio del pensamiento lógico que caracteriza a la modernidad. Esto ha llevado a que muchos países, entre ellos Colombia, hoy vivan un acelerado proceso de modernización sin modernidad. Simplificando las cosas, se puede usar desarrollos técnicos o tecnológicos como aviones, carreteras, redes de wifi y celulares inteligentes, pero aún así sumergirse en creencias metafísicas retardatarias en los aspectos sociales (Ver El Salmón). 

 

Los países árabes más ricos, son un buen ejemplo de esto. Sus extensas redes de autopistas, su “infinita” riqueza sostenida por sus recursos naturales que son explotados por ingentes masas de trabajadores extranjeros que viven en condiciones cercanas a la esclavitud o directamente en la esclavitud, son las aberraciones que un pensamiento ingenieril sin correlato social puede conllevar (Sobre este tema: Ver El Salmón).

 

En Catar, en Arabia Saudita, en los Emiratos Árabes, los avances tecnológicos parecen al alcance de la mano de los ciudadanos, que como en el caso de la antigua Grecia solo son los hombres libres que nacieron en ese territorio. En Grecia se decía que este número de hombres era el 30 por ciento, en Catar seria alrededor del 10 por ciento de la población. Ese bajo número de personas, son los únicos que gozan de “derechos” en ese régimen. Los extranjeros y las mujeres en general poseen muchos menos derechos o directamente ninguno.

 

En Arabia Saudita, en Catar, en los Emiratos Árabes Unidos, las mujeres están bajo la tutela del esposo o de un padre o hermano cuando son solteras, tal y como sucedía en Europa y América Latina hasta finales del siglo XIX ó mediados del Siglo XX en otros casos. Esas mujeres se tienen que desenvolver en su mundo, que como diría Goethe es la casa. Su vida es consagrarse a las necesidades del hombre, como la esposa de Rodolfo, pues según dice el mismo: ella manda en la casa, ella resuelve como él se viste, y en asuntos de política ella no tiene por qué meterse, porque eso no está bien visto.

 

Para ampliar el contexto, ver entrevista con Marcela (Marcelo) Cezan al ser humano (muy lindo) que hay detrás del amor que es el viejito tierno, la Pelota Hernández: 


 

Las mujeres de Colombia, viven en una sociedad machista y patriarcal, a tal punto que a la carrera por la presidencia en última instancia solo llegaron aspirantes hombres. Solo como fórmula para la vicepresidencia las mujeres pudieron estar presentes. Las mujeres decidirán si Petro es el presidente y apoyan un proyecto que como el Pacto Histórico logró elegir una lista cremallera al congreso en la que la mitad de las personas electas son mujeres.

 

Las mujercitas, que se quieren quedar en la cocina y vigilando que su marido este bien vestido y con los zapatos bien lustrados, esas que vuelven a un mediocre como Rodolfo Hernández a uno más de sus bobalicones hijos, a los que incluso a veces le tienen que limpiar el culo, esas mujercitas podrán votar libremente por Adolfo el Führer Hernández.

 

Los hombres y los hombrecitos también votaran por Petro o por el Delicioso Ancianazi, pero nunca tendrán que soportar tanto perjuicio y tanto retroceso como el que las mujeres de Colombia sufrirán si votan por el IngeÑero.

 

De las mujeres depende la elección del nuevo presidente y el cambio para Colombia con Gustavo Petro. De las mujercitas el cambio en reversa votando por el orate.

 

Fotografía: En Bogotá, un mural de la campaña de Rodolfo Hernández, candidato a la presidencia de Colombia, el 7 de mayo de 2022. Juan Barreto (AFP) en El País

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