|POR BEATRIZ JAIME|
Profesora Facultad de Comunicación Social-Periodismo.
-El nacimiento de un nuevo espacio de
comunicación debiera generar, como mínimo, sentimientos de regocijo entre
comunicadores sociales que, además, son profesores que se dedican a formar a
más profesionales en el área. Es decir, esta acción se saludaría con alborozo,
se celebraría. Y si le sumamos que la iniciativa se origina en un programa de
comunicación social de una universidad pública, el gozo debería ser mayor.
Eso es lo que sucede cuando el
espíritu que anima a los profesores es la formación de comunicadores sociales
críticos, generadores de cambio y con “capacidad de gestión para
liderar proyectos alternativos de comunicación y manejo de medios”, como
reza en uno de los perfiles ocupacionales del actual programa de Comunicación
Social-Periodismo, de la Universidad del Tolima.
Pero parece que no es así; no,
en la Facultad de Ciencias Humanas y Artes de la Universidad del Tolima. Allí,
la creación de este blog, en el que hoy tengo el gusto de expresar mi opinión,
causó molestia, escozor, preocupación. Tanta contrariedad generó, que sendos
Consejos (de Facultad y Curricular) se programaron con celeridad para discutir
la “ilegalidad”, la “improcedencia” y, en general, la falta grave contra la
institucionalidad de la Facultad. No faltó quien amenazara con adelantar
procesos legales en contra de quien tuvo la iniciativa, que, como sabemos, fue
la profesora María Rosa Helena del Pilar López.
Cuando me enteré de la
reacción de mis propios compañeros de trabajo, no pude evitar sentirme en la
Colombia de finales de los años setenta y comienzos de los ochenta, cuando por
cuenta del Estatuto de Seguridad, impuesto por el presidente Julio César Turbay
Ayala, a nadie se le podía ocurrir la creación de un medio de comunicación
alternativo porque de inmediato era censurado y perseguido.
¡Qué poco hemos cambiado desde
entonces! Seguimos reaccionando con la misma virulencia de aquéllos, cuando
sentimos que alguien viene a criticarnos. Nunca imaginé estrenar mi columna de
opinión en este espacio con un tema como este. Es decir, tener que “malgastar”
el espacio para recordar a los comunicadores sociales que estamos obligados a
ser críticos, a decir cosas que no gustan al establecimiento, a evidenciar las contradicciones
de quienes ostentan el poder, a criticarnos e incluso a burlarnos de nuestra
propias posturas y sobre todo de las posturas que nos resulten godas, absurdas,
excluyentes, etc.
Claro, los opositores
acérrimos al espacio fueron cediendo en la medida en que escucharon argumentos
sobre la inconveniencia de perseguir un espacio de comunicación en una Facultad
de Ciencias Humanas y Artes. Y eso está bien. Creo que en este momento se
podría decir, incluso, que algunos se sienten avergonzados de su reacción
inicial. Pero lo que resulta insólito es justamente esa reacción inicial. Está
muy bien que reaccionen así los curas de algún colegio, pero lo que resulta
inaceptable es que esto suceda en una universidad pública y, lo que es peor, en
un programa de Comunicación Social-Periodismo.
Como dice un eslogan por ahí:
la realidad supera la ficción.
P.D. Profesora Rosa: para
usted toda mi solidaridad y apoyo en esta iniciativa.
Fuente: http://enusodenuestrasfacultades.wordpress.com/beatriz-jaime/
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